Andrés Manuel López Obrador es un ave cuyo plumaje no se mancha, es cierto quizá. Ni opositores ni infiltrados ni falsos aliados (que sigue teniendo a granel) han podido encontrarle algo verdaderamente negativo a su trayectoria. Es una figura histórica que se mueve por convicciones... pero los que lo rodean no... o no tanto.
Desplantes, diatribas, pifias ha tenido, claro. Como cualquier otra persona. Sin embargo, el presidente no ha incurrido en algo que, de verdad, sea ilícito. Eso es algo que todas y todos, incluidos sus más feroces detractores, deben admitir.
Esa pureza moral, sin embargo, no es contagiosa. Y no todos los colaboradores de AMLO la tienen. De hecho, muchas personas del círculo íntimo del presidente han incurrido en actos de dudosa probidad con la absurda esperanza de que la inmaculidad del líder sea contagiosa. La corrupción los ha seducido.
Ahora, por fuentes cercanas al círculo presidencial, hemos podido conocer que varios operadores íntimos del mandatario han incurrido en actos ilegales. Y que denunciarlos es un acto de justicia. debido a que muchas y muchos funcionarios y funcionarias se han conducido con total probidad para denunciar los actos ajenas al discurso de la 4T.
El arsenal que tiene el ex presidente Enrique Peña Nieto, aunque quizá no sea tan poderoso como el que tiene el Gobierno en su contra, no es para minimizarse.
Quizá sea pólvora mojada y quizá no vayan a afectar duramente la popularidad del presidente, pero sí exhiben que su gobierno, pese haber prometido ser distinto, padece los mismos vicios que las anteriores administraciones. Prometieron ser distintos, pero son más de lo mismo. Incluso peor en muchas cosas.
¿Contra quién irán los torpedos?
Los videos de Peña Nieto, según ha trascendido, apuntan contra dos colaboradores cercanos al presidente. Uno de ellos, según arroja toda la evidencia, es Alejandro Esquer, secretario particular y operador de toda la vida de AMLO.
Él estuvo detrás, por ejemplo, del fideicomiso Por los Demás, donde se triangularon recursos que supuestamente era para los damnificados de los sismos.
La otra persona, que se sabe que es del género femenino, es una incógnita. Sin embargo, nos cuentan, es posible que ese bombazo sea contra Rocío Nahle, que desde la Secretaría de Energía, sector clave del obradorismo, es susceptible a recibir ataques en una guerra que tiene las elecciones del Edomex como trasfondo.
¿Será?