27 565 millones de dólares por concepto de remesas llegaron a México durante el primer semestre de este año, una cifra récord, 16.6% más que los 23 647 millones que entraron durante los primeros seis meses de 2021.
Cuando empezó la pandemia de COVID-19, no fueron pocos los analistas que pronosticaron que disminuiría el monto del dinero que los mexicanos y personas de origen mexicano envían regularmente a sus familiares radicados en nuestro país.
El 15 abril de 2020 escribí en este espacio: “EEUU ya está en recesión y de acuerdo con el FMI su PIB caerá 5.9% este año, lo cual se traducirá en menos demanda de las exportaciones mexicanas, menos turistas estadounidenses hacia México, y una baja de entre 17% y 25% de las remesas hacia nuestro país, entre otras desagradables realidades”. Entre los que pronosticaron dicha baja estuvo BBVA Research, que en un informe del 1 de abril de ese año señaló que debido a la pandemia el nivel de las remesas podría recuperarse entre 2023 o 2028, no sin antes aclarar que “Debido a la incertidumbre en torno a su duración, es difícil poder estimar los impactos de la crisis por COVID-19 en el flujo de remesas a México”.
Sin embargo, pocos tomaron en cuenta que los mexicanos y mexicano-estadounidenses que viven en Estados Unidos habían enfrentado antes momentos de gran adversidad y que, pese a ellos, habían seguido mandando parte de sus ingresos a sus familiares.
Por esa resiliencia demostrada durante décadas por los llamados paisanos, los pronósticos pesimistas no se cumplieron.
Así, en el primer semestre de 2020, en plena pandemia, las remesas ascendieron a 19 289 millones de dólares, 10.5% más que los 17 451 millones que llegaron en el mismo periodo de 2019.
Al concluir el primer año de la pandemia, las remesas fueron de un total de 40 605 millones de dólares, 11.4% más que en 2019.
En 2021 fueron aún más los dólares que recibieron millones de mexicanos de sus familiares del extranjero: 51 586 millones, que significó un espectacular aumento del 27% sobre 2020.
¿Cómo puede explicarse lo que ha sucedido si tomamos en cuenta el desbarajuste económico causado por la pandemia?
Manuel Orozco, miembro de la junta Asesora de Servicios Financieros y director del Programa de Migración, Remesas y Desarrollo del Diálogo Interamericano, opina que “la nueva migración, además de las entradas legales autorizadas a través de visas H2 y la unificación familiar, agregará 350 000 mexicanos, el 70% de los cuales enviará dinero, en 2022. Además, la cantidad promedio enviada entre todos los migrantes mexicanos es al menos un 3% más que el año anterior”.
Para Julia Yansura, directora de programas para América Latina y el Caribe de Global Financial Integrity, “El crecimiento de las remesas está siendo impulsado por la necesidad económica y la inflación en México, junto con un dólar relativamente fuerte y patrones de envío más frecuentes entre los migrantes en los EEUU”.
Y Tara Hariharan, directora gerente de investigación macro global en NWI Management LP, asegura que “las tasas de interés ascendentes de EEUU han fortalecido al dólar; las remesas aumentan cuando el dólar puede comprar más pesos. Además, las remesas digitales están ayudando a que las transferencias sean más convenientes”.
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