Teniendo de los mejores pilotos y controladores aéreos del mundo, la aeronavegación en México nunca había estado en condiciones más críticas y de mayor riesgo que ahora, tras el rediseño del espacio aéreo realizado por este gobierno a raíz de la construcción del aeropuerto Felipe Ángeles.
El Benito Juárez nunca ha sido modelo de operaciones y menos de instalaciones. Sobresaturado de vuelos, pone en riesgo las operaciones, y provoca retrasos, desviaciones y no se diga en los días de mal tiempo. La terminal 1 es una vergüenza, parchada, sucia, estrecha, insuficiente, igual que la 2 que se hunde día a día, ambas malolientes y atestadas de concesiones comerciales que complican aún más los accesos, con autoridades ocupadas en el negocio del tianguis más que en la seguridad y la movilidad de los pasajeros.
Esta terminal avionera opera en sus límites, con más de una operación por minuto, lo que es otro riesgo, agravado por ese rediseño del espacio aéreo en el que se han multiplicado los incidentes que han puesto en peligro operaciones, tripulaciones y pasajeros, de acuerdo a denuncias de pilotos nacionales e internacionales.
La situación hizo crisis el sábado en el Benito Juárez, cuando un avión de Volaris fue autorizado a aterrizar en la pista 5-I que en la cabecera tenía otro esperando para despegar. Solo la habilidad del piloto evitó la tragedia.
Y de nuevo estamos ante otra expresión de la falta de capacidad gerencial de este gobierno cuando se rediseña un espacio aéreo y no se dan las herramientas ni se cuenta con las capacidades tecnológicas ni humanas para operarlo en forma eficiente y segura.
Así las cosas en los tiempos estelares de la 4-T.
RETALES
- TRASLADO.- Sobre esto, ayer en una reunión ayer con el secretario Adán Augusto López Hernández, autoridades y aerolíneas acordaron recortar el 25 por ciento de los vuelos del Benito Juárez y llevarlos al Felipe Ángeles, como quería el presidente. El jueves el subsecretario Rogelio Jiménez Pons dijo que recortarían el diez por ciento, treinta diarios. A ver cómo;
- SILENCIO.- El viernes, Ricardo Sheffield, acusó a la secretaría de Gobernación de politiquería por el nombramiento de tres funcionarios de la PROFECO, en relevo de sus más cercanos acusados de corrupción. También dijo que estuvo con el presidente y que no le dijo nada. Ayer volvió a estar con él, en la mañanera, y el que ni dijo nada fue él, Sheffield; y
- GESTIÓN.- López Obrador reiteró ante el presidente cubano Díaz-Canel, que insistirá ante Joe Biden para que no excluya a Cuba de la cumbre de las América, el mes que viene en Los Ángeles. También lo hará por Daniel Ortega y Nicolás Maduro. Le dirán que no, pero él no dejará de asistir, como se ha dicho, y será la voz de México y de los dictadores ausentes.
Nos vemos mañana, pero en privado.