Si hay una palabra para describir al 80% del periodismo de entretenimiento es sexista. Mucho de lo que se consume dentro de este tipo de notas tiene mucho qué ver con denigrar a la mujer, con hacer comparaciones y con menospreciar su trabajo a toda costa; incluso a pesar de su trayectoria. Esto es todo lo que está mal en la farándula en este Día de la Mujer.
A unas las denigran por su peso, como recientemente ocurrió con Paty Navidad en su regreso como conductora en Music Battles México, desesperada por los señalamientos, tuvo que salir a aclarar que "se trata de un desequilibrio hormonal", como si lo único válido de su trabajo fueran las medidas de su cuerpo.
Danna Paola o Eiza González por su parte se volvieron activistas en pro de la salud mental, pero también de exigir a la prensa que deje de ponerlas como carne de cañón, ambas alzaron la voz para que se deje de hablar sobre su cuerpo y apariencia física; pues a una se le criticaba por sobrepeso y a otra por sus cirugías estéticas.
Otro ejemplo tácito es el señalamiento que durante semanas giró en torno a Belinda después de que se anunció el fin de su compromiso con Christian Nodal. De oportunista e interesada no la bajaron, incluso mucho se cuestionó sobre el supuesto préstamo que presuntamente ella solicitó a su entonces prometido. Pero durante la feliz relación nadie la cuestionaba e incluso la empoderaron como un "modelo a seguir".
Sin embargo, cuando algo se sale del rol o del canon, los comentarios hirientes y llenos de dolo suelen abundar cuando se trata de la farándula mexicana. ¿Un ejemplo más? Si bien hace unas semanas todos querían cancelar a Alfredo Adame por violento, ahora más de uno está pendiente de su relación con Magaly Chávez. Cuando todo esto termine, la señalada será la modelo y exparticipante de Enamorándonos, dirán que ella fue la que hizo mal en caer en las garras de un hombre como el actor.
Mujeres como Daniela Berriel o Nath Campos hicieron de su caso un hecho mediático que le dio la vuelta a los medios nacionales; pese a ello, se tiene conocimiento de que aunque fueron abusadas sexualmente, sus agresores se encuentran gozando de la liberta e incluso en el caso de Ricardo González "Rix", tiene un séquito de fans que respaldan cada movimiento que hace en redes sociales.
Eso no es todo, recordemos la incesante lluvia de declaraciones que se ha hecho sobre Irina Baeva y Geraldine Bazán; si bien ambas mujeres han tomado su camino y se encuentran en otro punto de su vida, la prensa siempre trae a colación el tema, generando así rencillas con tal de revivir viejos problemas que no le corresponden a nadie más que a ellas solucionar. Porque en este caso, las que siempre cuestionan es a las actrices, y nunca a Gabriel Soto.
Otra prueba de que vale más una exclusiva que la propia congruencia es que al actor Eleazar Gómez lo persiguen a cualquier lugar al que va, e incluso celebran que le darán papeles en el medio, a pesar de que violentó a Tefy Valenzuela, su prometida...
Esta es una prueba más de que el 8M no solo se trata de felicitar a las mujeres por ser "lo más bello del mundo", tampoco consiste en defenderlas porque "todos tenemos una mamá", mucho menos se trata de menospreciar la labor de lucha y visibilización. El 8M es una forma de gritarle al mundo "aquí estamos, no nos vamos, aunque nos estén matando".
Por último... no se trata de un "9M para descansar", sino para visibilizar cuán importante es el trabajo y esfuerzo de una mujer en sus diversas esferas de desarrollo social y cultural.