Lo del PAN estuvo muy "divertido" y todo... ¿pero LEGO los puede demandar por plagio?
No es que los blanquiazules sean muy éticos (y quizá esa casa de juguete es lo único que han podido construir en años), pero la empresa nórdica, cuyos juguetes fueron imitados para atacar al presidente, es de armas tomar. O más bien... de leyes tomar.
LEGO es, junto con Nintendo, una de las empresas que más en serio se toman su marca. Y no les agrada que los plagien o les roben o imiten sus ideas. Todo lo contrario, en diversos países sus abogados han exigido a distintos fabricantes, tanto profesionales como amateurs, que se abstengan de usar sus icónicos diseños. Las famosas demandas de "cease and desist".
Hace unos meses, en julio de 2021, la juguetera europea emitió una advertencia legal a una empresa de Utah que hacía armas de fuego con ladrillos parecidos a las de la primera. El asunto no terminó en tribunales... pero casi. Porque, si hay otra cosa que le molesta a la firma danesa es que su marca sea usada en armas, en asuntos políticos o cualquier otro asunto para adultos que se aleje de su imagen familiar.
Como ejemplo, LEGO tiene una iniciativa que se llama LEGO Ideas, en la cual los fans de la compañía pueden hacer sus propios diseños y, si juntan más de 10 mil votos de respaldo, la empresa puede iniciar su manufactura a gran escala. Esto lo ha hecho con propuestas de fans de series como Seinfeld o videojuegos como Sonic, cuyos sets oficiales ya son vendidos en tiendas de todo el mundo, incluido México.
La única condición para que LEGO apruebe los diseños de los fans es que sean de series, películas o videojuegos con temática familiar o juvenil (por eso nunca habrá de Los Soprano o Game Of Thrones, pese a que ha habido cientos de propuestas) o que sean de carácter científico (las naves Apollo o los robots de la NASA), pero nunca que sean con contenido relacionado a mayores de edad o que tengan contenido político (jamás verán un set de Donald Trump y la invasión al Capitolio) o que violen alguna ley mercantil o de derechos de autor.
Por lo tanto, LEGO sí puede exigir a los panistas que inmediatamente cesen y desistan de usar imitaciones de sus productos con fines políticos. Porque, más allá de si la compañía danesa es de izquierda, derecha, socialista o neoliberal, no tolera que su marca sea asociada a asuntos político-partidistas.
Y dado que la "Casa Gris" versión LEGO del hijo de Andrés Manuel López Obrador es la única gracia que han tenido en años, seguramente se agarrarán de ahí para promocionarla hasta el cansancio. Hasta que la juguetera nórdica les "destruya" su jueguito y les tire sus argumentos de ladrillos de juguete.
Aunque en 1988 venció la patente de LEGO, desde entonces la firma danesa ha aplicado por posturas legalmente agresivas para proteger su marca. Y la mayoría de las veces ha ganado... e incluso, en sus derrotas, ha obtenido victorias.
LEGO venció a China y su marca "patito" Lupin, que era un plagio descarado.
Y aunque no derrotó en tribunales a Mega Bloks, su competidor más cercano, sí ha logrado que los diseños entre ambas compañías sean distintos entre sí.
Para LEGO, entonces, será PAN comido reclamar que sus productos no sean usados con fines políticos en México. Y eso pasará, pronto, si la marca comienza a ser asociada como parte del antiobradorismo... porque, además de todo, la Ley de Protección Industrial contempla sanciones en caso de imitaciones o reproducciones no autorizadas de una marca, especialmente si esta llega a alegar un desprestigio a sus productos.
P.D. Y hablando de juguetes... trasciende que la población adulta joven quiere volver a ser estudiante y ser feliz