En 2021, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el Producto Interno Bruto (PIB) de 217 países y territorios fue de 94.6 billones de dólares.
También en 2021, de acuerdo con el Índice de Democracia elaborado por el Economist Intelligence Unit (EIU), 48 de estos países y territorios eran democracias plenas, 67 eran democracias defectuosas, 39 tenían sistemas híbridos y 63 gobiernos autoritarios.
El EIU define así a los cuatro sistemas:
“Democracias plenas: no solo se respetan las libertades políticas y civiles básicas, pero también tienden a sustentarse en una cultura política que conduce al fortalecimiento de la democracia. El funcionamiento del gobierno es satisfactorio. Los medios son independientes y diversos. Hay un sistema eficaz de frenos y contrapesos. El poder judicial es independiente y las decisiones judiciales se cumplen. Sólo hay problemas limitados en su funcionamiento.
“Democracias defectuosas: también tienen elecciones libres y justas y, aunque haya problemas (como las infracciones a la libertad de prensa), se respetan las libertades civiles básicas. Sin embargo, hay debilidades significativas en otros aspectos, incluyendo problemas en la gobernabilidad, una cultura política subdesarrollada y bajos niveles de participación política.
“Regímenes híbridos: las elecciones tienen irregularidades sustanciales que a menudo impiden que sean a la vez libres y justas. La presión del gobierno sobre partidos y candidatos de la oposición puede ser común. Las debilidades más graves son más frecuentes que en las democracias defectuosas: en cultura política, funcionamiento de gobierno y participación política. La corrupción tiende a ser generalizada y el Estado de derecho es débil. La sociedad civil es débil. Por lo general, hay acoso y presión sobre los periodistas, y el poder judicial no es independiente.
“Regímenes autoritarios: el pluralismo político está ausente o muy limitado. Muchos países en esta categoría son dictaduras absolutas. Algunas instituciones formales de la democracia pueden existir, pero tienen poca sustancia. Las elecciones, si ocurren, no son libres ni justas. Se ignoran los abusos y violaciones de las libertades civiles. Los medios suelen ser de propiedad estatal o estar controlados por grupos ligados al régimen gobernante. Hay represión de las críticas al gobierno y una amplia censura. No hay un poder judicial independiente”.
Curiosamente, algunos países que creemos que son democracias plenas, como Estados Unidos, España, Francia o Italia, no lo son debido a que presentan “debilidades significativas”.
México es considerado un sistema híbrido junto con otros países latinoamericanos. 13 países de América Latina y el Caribe son democracias defectuosas y cuatro tienen sistemas autoritarios.
23% del PIB global lo generan las 48 democracias plenas, 47% las democracias defectuosas. O sea, 70% del PIB global se produce en países democráticos. 5% es generado por los países con sistemas híbridos y el 25% restante por los que son gobernados por autócratas.
Hasta el momento parece que el presidente Andrés Manuel López Obrador se la quiere jugar con los que generan solo el 30% del PIB del planeta, que no son ejemplos de la democracia que él predica.
Aún es tiempo para que cambie su rumbo.
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