Hugo López-Gatell se tomó su medicamento contra la ivermectina. Es decir, se curó de espanto.
Mientras que el Gobierno capitalino está en medio de una tormenta política por haber enviado ese medicamento a pacientes con COVID-19 durante 2020, pese a que la OMS y la FDA estadounidense no avalan su uso para tratar la enfermedad, el "zar contra la pandemia" ha salido a escondidas por la puerta trasera.
El subsecretario de Salud, de manera subrepticia, similar al niño que hace la tarea a escondidas en su pupitre, mientras la maestra regaña al alumno de al lado, trató de demostrar que la dependencia federal que prácticamente encabeza nunca palomeó la utilización de ivermectina para atender casos de coronavirus.
Es decir, López-Gatell, quien trae pleito con Claudia Sheinbaum, ha tratado de desligarse de este tema y "echarle" la bolita al Gobierno capitalino de este escándalo.
Aplicó el siempre efectivo: "Y yo por qué".
Vicente Fox, maestro del deslinde político.
Pese a que el caso de ivermectina no lo salpique como otras polémicas, López-Gatell ya tiene una denuncia penal en su contra por el manejo de la epidemia en el país, la cual ya fue ratificada ante la Fiscalía General de la República.
Es probable que ese recurso legal sea enviado a la congeladora durante este sexenio... pero, ¿qué pasará con el funcionario cuando López Obrador ya no esté para protegerlo?
Hay que recordar que López-Gatell no es muy querido... ni fuera, ni dentro de la 4T. Y los dos principales aspirantes de Morena, el canciller y la Jefa de Gobierno, han tenido desencuentros con él.
Monreal tiende lazos con el PAN y el PRD
Hablando de aspirantes a la silla presidencial, mientras que Sheinbaum resuelve el tema de la ivermectina y Marcelo Ebrard presume fotos de su perrita adoptada, el senador Ricardo Monreal le "coquetea" al PAN y al PRD.
Este fin de semana fue captado en Michoacán comiendo con los líderes del blanquiazul y el sol azteca, en compañía del gobernador morenita de la entidad, Alfredo Bedolla.
Es bien sabido que, a diferencia de algunos cuadros más radicales del partido guinda, el líder de los senadores de Morena es un político que sabe dialogar con otras fuerzas políticas. Pero que tenga cuidado, porque en una de esas puede quedar como el perro de las dos tortas.
Además, como alguna vez dijo el sabio AMLO: "son iguales, por arriba se pelean, por abajo comen en la misma mesa".
No se vaya a atragantar el senador.