Si crees que ser una figura de la televisión te hace intocable, la verdad es que eso está muy alejado de la realidad... A menos que seas Galilea Montijo o Andrea Legarreta; y a veces ni así. Para demostrarlo, basta con conocer el caso de Juan Barragán, expresentador de Al Extremo al que despidieron de Azteca.
Incluso aunque era un elemento fundamental dentro de la televisora, amiguismos y un extraño contubernio de la producción con los ejecutivos provocó la salida inmediata de este presentador que no solo era el consentido de las señoras, los hombres lo veían como un modelo aspiracional e ideal.
Su presencia en Al Extremo era aplaudida, especialmente porque desde que se incorporó le dio el toque serio al programa vespertino que en ocasiones suele dar notas rojas aderezadas con un poco de escándalo, polémica e incluso un poco de esperanza para el televidente.
¿Y por qué si era tan bueno tuvo que abandonar el programa? En palabras del propio Juan Barragán, el hombre comentó que su salida fue una decisión unánime por parte de los ejecutivos y de Verónica Palomares, esta última productora del programa vespertino de la televisora del Ajusco.
Aunque más de uno se ha empeñado en asegurar que la productora "es un pan", son más las filtraciones dentro de la televisora que indican que le ha hecho la vida imposible a más de uno, menospreciando su trabajo, demeritando la labor de los presentadores e incluso llevando a cabo algunas acciones que los afectaron a cuadro de forma directa.
No hay prueba más contundente que la que dio Barragán al asegurar que eran las compañeras del elenco quienes más recibían los maltratos por parte de Palomares, por lo que al final, él mismo agradeció el tener que salir de la producción; aunque esto le costó el tener que abandonar la empresa.
Hay un rumor que indica que solo hay un consentido en la producción de Al Extremo y se trata de nada más y nada menos que de Uriel Estrada, a quien la productora siempre busca favorecer y brindar mejores condiciones... incluso por encima de las presentadoras.
La situación de Juan Barragán solo deja en claro que a veces el talento no basta, pues habrá gente que considere que es más importante tener amigos dentro de una producción, aunque el rating se caiga, los números se vayan en picada y a pesar de que al público no le agrade el contenido. ¿Amiguismo mata talento? SÍ.