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El regaño de AMLO a José Ramón López Beltrán

La relación entre Carolyn Adams y el primogénito de López Obrador no goza de la simpatía de la familia presidencial, empezando por el propio mandatario.

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El primogénito no siempre es el consentido. A veces el heredero del patriarca, el motivo de sus confianzas, es el mediano... o el más chico. Y no, no hablamos de una trama bíblica, o de la serie de HBO, Succession. Nos referimos a la familia presidencial.

Es bien sabido que el hijo mayor de Andrés Manuel López Obrador siempre ha querido distanciarse de las actividades políticas de su padre, por lo que tras el triunfo de la Cuarta Transformación en 2018 decidió dejar la "grilla" y enfocarse en su vida personal... de una manera que no ha sido del todo agradable para su padre, quien ya le metió una regañiza.

A diferencia de Andrés "Andy" López Beltrán, que es el "heredero" de López Obrador, José Ramón prefiere los placeres banales de la vida: comprar playeras de futbol, viajar... y ahora vivir con su esposa Carolyn Adams y sus dos hijos en el extranjero. Qué rápido le cambió la vida, hace 5 años coordinaba Morena en el Estado de México, junto con Horacio Duarte, actual director de Aduanas. Quemaba suela en la campaña de Delfina Gómez y ahora se quema él bajo el sol de Houston.

Adams y el hijo mayor de AMLO comenzaron a salir en 2018, tras haberse conocido en una cena, es decir, en el mismo periodo que Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones y Enrique Peña Nieto aceptó la transición política.

Desde entonces, la pareja no ha dejado de derrochar amor: en sus redes sociales comparten fotos apapachándose y escribiendo cursilerías que harían sonrojar a Mario Benedetti. 

Tanta azúcar empalaga... y el presidente López Obrador lo sabe. Desde un inicio fue cauto con la pareja de su hijo, principalmente por sus nexos con empresas petroleras. 

Adams llegó a México en 2016, específicamente a Monterrey, luego de haber estudiado en Estados Unidos y trabajado en Brasil y en el Medio Oriente.

A pesar de que es la madre de sus nietos, la empresaria no goza de las simpatías presidenciales, pues su estilo de vida lujoso, en el que presume ajuares que el salario promedio no puede costear, contradice los principios de la austeridad republicana de la 4T,

Fuentes nos comentan que, tras el escándalo de la "Mansión del Bienestar", el presidente no está enojado, porque eso es quedarse corto, está muy furioso... por no decir palabras más fuertes. Por lo tanto, además de arremeter contra Carmen Aristegui y el Gobierno de España, el mandatario también le ha metido tremenda regañiza a su primogénito, a quien le ha reprochado que no ha tenido el más mínimo pudor en presumir su vida llena de lujos en redes sociales.

Es decir, ni siquiera ha tenido decoro en mantener la discreción y ahora ya metió en problemas a su padre. Los otros dos hijos de AMLO, Andy y Gonzalo López Beltrán, tampoco están muy contentos con el actuar de su hermano mayor. Están muy molestos. Y es que, a diferencia de él, ellos sí tienen interés en la política... y este escándalo los deja bien salpicados. 

En la familia presidencia hay mucho enojo hacia el mayor de los hijos del presidente.

Como dice el dicho: hay que ser cochinitos pero no tan trompudos.