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Messi campeón, Argentina lo celebra

El mundo de futbol por fin hizo justicia a su máxima estrella en activo, un jugador de perfil bajo fuera de la cancha, pero que dentro de ella puede convertirse en un gigante.

Créditos: EFE
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Cubierto con una túnica destinada para vestir a grandes personajes del mundo árabe, asociada con el poder y el dinero, hecha con finos hilos y bordados de oro; Messi, como el personaje más importante del futbol moderno, recibió la Copa del Mundo que tanto anhelaba y que, para algunos, merecía desde hace algunos Mundiales y que no había logrado por la incapacidad de formar una selección argentina que sirviera toda como escudera del astro nacido en Rosario, pero formado en Barcelona. El mundo de futbol por fin hizo justicia a su máxima estrella en activo, un jugador de perfil bajo fuera de la cancha, pero que dentro de ella puede convertirse en un gigante que cargue un equipo al hombro, o una selección. Siendo uno de los más veteranos en el conjunto argentino, Messi tuvo como acompañantes en este Mundial a jóvenes que crecieron viendo cómo se convertía en un jugador de leyenda, alejado de las polémicas, los escándalos, de los oportunismos, haciendo lo que mejor sabe hacer, jugar al futbol. Resulta muy significativo que aficionados, o no, al futbol se alegraran que Messi ganara la Copa, más allá si no simpatizan con la selección argentina.

El partido de la final fue un choque de titanes, Argentina y Francia como los dos mejores equipos de la justa mundialista, pero, sobretodo, el duelo individual entre las dos figuras de cada equipo; Mbappé demostró que, a sus 24 años, está a la altura de los mejores de la historia y que es capaz de asumir la responsabilidad para levantar a una selección que parecía contra las cuerdas, sin titubear. Francia no pudo meter las manos durante la primera mitad de la final de la Copa del Mundo; la presión alta y la determinación de los argentinos por pelear cada balón como si fuera el último, sacó a los galos de concentración; Argentina se hizo del balón jugando con mucho ímpetu y velocidad, parecían determinados a comerse la final de un solo bocado, los primeros dos goles cayeron antes del silbatazo de medio tiempo, con una diferencia menor a 15 minutos, parecía que podrían caer más si continuaba con esa manera tan vertiginosa de jugar el último partido del Mundial. 

La selección francesa parecía realmente afectada por la manera en la que el rival salió a presionar en cada espacio del campo de juego; si intentaban salir con balón controlado, había uno o dos jugadores argentinos que se aproximaban a gran velocidad después de cada pase francés, sin dejarlos respirar, como si fueran un síntoma más de la gripe que atacó a los bleus durante la concentración. Pero la selección gala cuenta con el heredero de toda la grandeza futbolística, un jugador que combina la potencia de unos y la técnica innata de los otros, con una personalidad que los demás quisieran; Mbappé anotó tres goles en la final, sumando los dos de la pasada en Rusia contra Croacia, son cinco goles en dos finales, convirtiéndose en el jugador que más ha anotado en eta instancia en diferentes Mundiales; poniendo su nombre por encima de Vavá, Pelé y Zinedine Zidane que suman tres cada uno. Lo que hasta ahora ha hecho el joven jugador francés de origen camerunés, deja abierta la posibilidad de que se convertirá en un referente histórico del futbol internacional. 

El mundo del futbol se rinde ante los pies de Messi, dos goles suyos en el último partido de Catar 2022 guiaron a su selección hacia la confianza desde los once pasos, un lugar donde los equipos argentinos se sienten muy cómodos, pues son entendidos en los temas de anotar penales y atajarlos; la pasada Copa América también se definió tras una tanda de penales en la que ningún cobrador falló y el portero se hizo figura al atajar algún tiro. Argentina se coronó como selección campeona del mundo después de casi cuarenta años, cuando su máxima figura futbolística se consagrara en el Estadio Azteca, después se quedaron muy cerca algunas veces y otras no tanto; a partir del surgimiento estelar de Lionel Messi la Copa del Mundo parecía una meta que con el inevitable pasar del tiempo se veía alejándose y convirtiéndose en obsesión; sobre Messi caían responsabilidades y culpas, se le tachó por todo, incluso en su país natal, pero hoy es el argentino más querido por todos, campeón del mundo.