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Mexicanos a semifinales

César Ramos Palazuelos estará encargado de dirigir la semifinal entre Francia y Marruecos que se jugará este miércoles.

Créditos: EFE
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Es el tan criticado arbitraje el que ha dado la cara por la liga mexicana en Catar; César Ramos Palazuelos estará encargado de dirigir la semifinal entre Francia y Marruecos que se jugará el próximo miércoles. El silbante de 38 años, con gafete FIFA desde el Mundial de Rusia, se mantuvo constante en su trabajo como juez central en tres partidos de la actual Copa del Mundo, por lo que se le confía un partido importante y que podría tornarse complicado dada las circunstancias y formas de juego de los dos equipos. Desde 1990 un árbitro de la liga local no ha sido el encargado de una final, después del controvertido trabajo que tuvo Edgardo Codesal en el último partido de Italia 90, en el que marcó un cuestionable penal; pero el arbitraje mexicano ha tenido presencia en la justa mundialista desde 1970, ya sea en la banda o en el centro de la cancha, llegando en ocasiones a instancias con las que la Selección Mexicana solo sueña. Mientras en la liga de futbol mexicana se habla desde todos lo ámbitos del trabajo de los árbitros, para bien y muchas veces para mal, en Mundiales han sido bien calificados por sus actuaciones. Es difícil que César Ramos sea el designado para la final, FIFA no repite las designaciones de semifinales para el último partido de la Copa, pero esta instancia es casi tan complicada que amerita árbitros que hayan tenido el mejor desempeño durante sus demás asignaciones.

Las semifinales de Catar 2022 serán autenticas batallas futbolísticas que enfrentan dos tipos de futbol; el que sabe atacar y el que sabe defender. Argentina y Francia representan al primer rubro; los dos conjuntos priorizan el buen trato del balón y el ir hacia el frente para trata de hacer daño al rival. El conjunto argentino ha disminuido su dependencia de Lionel Messi, pero aún es importante que el balón pase por sus piernas para crear sus ofensivas y jugadas de peligro; este Mundial ha sido un protagonista más discreto que aparece solo cuando debe, mientras otros compañeros de selección han tomado también la responsabilidad para la creación de futbol en el último tercio de la cancha. Francia cuanta con cuatro hombres en el frente capaces de jugar para el equipo y el compañero, con claridad en los pases, balones filtrados, tiro de media distancia, centros y remates; Griezmann como conductor de la ofensiva ha encontrado un papel distinto al acostumbrado, pero que ha cumplido de manera casi natural; por los extremos, como antiguos punteros, están Dembélé y Mbappé, mientras el jugador de Barcelona hace suya la banda derecha, el de Paris Saint-Germain tiene la libertad de moverse por toda la zona de ataque francesa, empezando siempre desde el extremo izquierdo; Giroud, como centro delantero ha alcanzado y superado a Henry como máximo goleador de la selección francesa.

Enfrente de estos semifinalistas estarán dos equipos muy duros de roer; Croacia y Marruecos se han defendido de manera magistral contra rivales que parecían favoritos para la corona: Brasil, España y Portugal. La selección croata parecen acostumbrados al sufrimiento mundialista, al alargue, a la resistencia y la resiliencia; desde Rusia 2018 han llevado cada partido de eliminación directa a tiempos extras y penales, en Catar no ha sido la excepción, pareciera que cada jugador tuviera un par de pulmones extra que les mantiene en condición para correr 120 minutos, además de la calidad con la que cuentan en posiciones especificas de la cancha; la defensa central es una combinación entre experiencia y juventud que ha permitido solo tres goles en contra en cinco partidos, además de contar con un arquero que se encuentra en gran momento, es la media cancha croata la que sigue sorprendiendo por su capacidad y entrega; Luca Modric se ha consagrado en este Mundial, siendo un 10 que puede llevar la conducción de su equipo desde su propia área hasta los límites de la mima zona del equipo rival. Marruecos es un equipo que juega a defenderse y lo hace bien, aún cediendo la iniciativa al rival, nunca pierde el control del partido y eso le ha servido para recibir tan solo un gol en lo que va del torneo mundialista; sus mejores hombres se encuentran de media cancha hacia atrás, teniendo como baluarte en el centro del campo a Sofyan Amrabat, en la lateral derecha a Hakimi y en la portería a Bono; al ataque su jugador más incisivo ha sido Ziyech, que como extremo ha desquiciado a los laterales rivales. 

Se esperan dos juegos de semifinales dignos de apreciar, de disfrutar; aunque la sensación del Mundial en general no ha sido contagiosa, vale la pena detener un poco el día a día para darse un espacio estas dos fechas, en las que cuatro muy buenos equipos competirán por la grandeza futbolística. El campeón sigue vigente, Francia, que pretende repetir; Argentina quiere rendir homenaje a su mejor jugador en activo ganando la Copa; Croacia terminó cerca, y cansado, del título hace cuatro años y Marruecos está dispuesto a dar la sorpresa; se avecinan grandes emociones, al mismo ritmo la culminación de la fiesta que cada cuatro años nos pone, a los amantes del futbol, a girar alrededor de un balón.