Comenzó la fiesta más grande del futbol internacional, el Mundial en Catar; país que fue elegido sede en medio de mucha polémica, entre muchos petrodólares y una cultura que se enfrenta directamente con las maneras de occidente. Aun así, el balón debe rodar y lo hará en estadios de última tecnología, algunos de ellos acondicionados con clima artificial debido a las altas temperaturas que se pueden percibir en el Medio Oriente. La competencia que tienen millones de ojos siguiendo cada momento, también ha encontrado miradas críticas por la forma en que se desarrolla la vida en el pequeño país ubicado en una esquina de la Península Arábiga; las condiciones laborales, el atraso en materia de derechos humanos y el papel secundario, casi privativo, de las mujeres, son algunos de los temas que están sobre la mesa, casi al lado del deportivo. La prensa internacional ha sido muy puntillosa ante situaciones que parecen difíciles de resolver desde una cancha de futbol.
El país donde se ha jugado poco futbol, la selección local levantó algunas expectativas que se vieron difuminadas antes del medio tiempo del partido inaugural en el que Catar enfrentó a Ecuador; el equipo sudamericano se impuso sin mucho problema desde los primeros minutos, al minuto tres se abriría el marcador, pero en el Mundial de la tecnología, fue el sistema de vectores implementado lo que al final invalidó el primer gol ecuatoriano, de manera correcta. A partir de ese momento hubo solo un equipo en el terreno de juego. Ecuador vencería dos a cero al conjunto local, mientras los aficionados cataríes abandonaban el estadio, dejando la esperanza atrás de ellos. En el mismo grupo, el enfrentamiento entre Países Bajos y Senegal resultó más parejo de lo pronosticado; la escuadra africana extraña a su máxima figura, Sadio Mané, pero ya no es un conjunto que carece de idea técnica y táctica, en los últimos minutos fueron dos errores de su arquero los que sentenciaron el encuentro a favor de los neerlandeses. Ecuador tiene amplias posibilidades en un grupo que parecía complicado.
En los partidos del lunes destacó la goleada de Inglaterra sobre el avejentado equipo de Irán, que hizo su jugada más valiente al no entonar su himno nacional ante la situación política que se vive en su país. El conjunto inglés, el más caro de la Copa, arrolló a su rival y se colocó en la cima de su grupo con una importante diferencia de goles; en el partido que complementó la primera jornada del Grupo B, Estados Unidos mostró un equipo para el futuro, un cuadro titular plagado de jóvenes que, en su mayoría, juegan en equipos europeos, tal vez no son los más importantes de ese continente, pero los jugadores norteamericanos son constantes en las alineaciones de sus clubes y la experiencia que han adquirido recogerá sus frutos, si no es en este Mundial, lo hará en el que organizan los tres países de Norteamérica dentro de cuatro años. El país de Gales pudo cantar un gol después de casi 60 años, siempre gracias a su máxima figura y anotador, Gareth Bale, que cuando se enfunda en la camiseta de su selección rinde lo que nunca con sus clubes.
La Selección Mexicana entró en acción este martes en la que parecía una prueba sumamente complicada; Polonia no es el mejor equipo de Europa, está lejos, pero la fuerza de sus jugadores es imponente y contrastante con el físico de los jugadores mexicanos. El partido se jugó como se esperaba, con la posesión del balón por parte del conjunto nacional y a una Polonia esperando atrás para poder lanzar latigazos en contragolpe que pudieran hacer daño al Tri. Pero México estuvo a una altura que superó cada partido de preparación y cada encuentro de la eliminatoria; seriedad y solvencia en la defensa, que inhabilitó por completo a uno de los mejores delanteros del mundo; en el balón parado, en un tema que hacía mucho daño al cuadro nacional, no hubo ningún fallo; después del partido contra Suecia, parece que se aplicaron en esa tarea especifica y fueron resueltos de buena manera cada ataque aéreo de los polacos. Hay una deuda importante en la generación de jugadas peligrosas al ataque, a pesar de la posesión del balón hay poca claridad y entendimiento entre los atacantes mexicanos, a esta selección le falta gol y contra una Argentina dolida tras su derrota, es importante mejorar en ese aspecto.
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Tema aparte es la portería mexicana, Guillermo Ochoa vuelve a ser el jugador más importante de la Selección después de atajar un penal a Robert Lewandowski; el arquero nacional es determinante en cada Mundial que ha participado salvando su marco en jugadas claras de gol, nada más complicado que atajar un tiro desde la mancha de los once pasos; después de más de treinta penales sin atajar, Ochoa detuvo el más importante de su carrera y lo hizo jugando su quinto Mundial. El factor anímico será primordial para enfrentar a Argentina que dio la sorpresa al caer contra Arabia Saudita y tendrá que trabajar para levantar el espíritu, mientras que México, sin perder, podrá llegar confiado de tener en el fondo a uno de los mejores porteros en Mundiales.