Carlos Candelaria, titular de la Unidad de Prospectiva, Planeación y Evaluación de la Secretaría de Economía, informó sobre el decomiso de más de 3 millones de mercancía pirata de origen asiático en Durango como parte del Operativo Limpieza.
El funcionario precisó que los artículos decomisados están valuados en 350 millones de pesos, entre ellos maquillaje, juguetes, peluches, mercancía para mascotas, perfumería, lencería, ropa, mochilas, papelería, cosméticos, productos engaño, y más.
“Más de 3 millones de artículos, todavía continuamos con el conteo de mercancía, es una cantidad impresionante, se estiman más de 350 millones de pesos en mercancía incautada”, dijo en entrevista con Radio Fórmula, en el espacio de Ciro Gómez Leyva.
Te podría interesar
“En Durango, para que dimensionemos el tamaño de este tipo de negocios pues son como tiendas departamentales que conocemos, de esa magnitud, desaparecen esas tiendas departamentales e introducen este tipo de negocios en esos lugares, se calculan 14 mil metros cuadrados de mercancía”.
Candelaria comentó que hasta el momento han detectado 8 países desde donde provienen este tipo de productos ilegales.
Durango es el quinto estado donde se realiza el Operativo Limpieza, después de la CDMX, Sonora, Coahuila y Baja California.
Ante ello, el funcionario de Economía enfatizó que los operativos serán permanentes, en conjunto con autoridades federales y estatales, y se prevé concluir con una primera etapa en febrero para posteriormente darle continuidad.
“Estos operativos son permanentes, esperamos recorrer el resto de los estados hasta febrero y continuar los operativos en cada uno de los municipios”, comentó.
“Este tipo de productos están permeando en varios estados del país y por eso hay operativos constantes hasta que exterminemos”.
¿Qué pasa con la mercancía pirata asegurada?
Carlos Candelaria explicó que tras el decomiso de mercancía, en la ley está contemplado un determinado tiempo para que los dueños la reclamen y comprueben la legalidad de los productos.
Sin embargo, en caso de que nadie reclame, los productos considerados riesgosos para la salud se destruyen por seguridad.
Asimismo, en el caso de otros artículos no dañinos, como papelería, se destinan a donaciones.
