En México existe un lugar mejor conocido como la Zona del Silencio, considerado uno de los más misteriosos del mundo, pues en este sitio los teléfonos y radios no tienen señal; y las brújulas y relojes tampoco funcionan. Pero eso no es todo, pues recientemente un piloto sobrevoló la zona y se encontró una caverna de gran tamaño en medio del desierto.
Un piloto identificado como Erik Zepeda compartió con sus seguidores varias imágenes y videos del vuelo que realizó a mediados de agosto en el semidesierto de Tlahualilo, que pertenece a la llamada zona del silencio, en Durango.
Durante el vuelo, el piloto captó un pozo de varios metros de diámetro al que aseguró no se le ve fondo, ya que tiene gran profundidad.
“Yo siempre lo he dicho, todos y cada uno de los municipios del estado de Durango, tienen lo suyo; poco o mucho, pero lo tienen. Aqui, en el semidesierto de Tlahualillo, con la magia y misticismo de la zona del Silencio, con sus temperaturas algo elevadas, está el Pozo; una caverna algo ancha y algo profunda; pero cuál es este otro que nos encontramos y no se le ve final en lo profundo?; buena pregunta, nadie nos supo dar razón”, narró el piloto en su publicación de Facebook.
Cabe destacar que las autoridades piden a la población evitar acercarse a la Zona del Silencio si no se cuenta con la ayuda de un guía calificado, ya que al no tener recepción telefónica ni frecuencias de radio existe un gran riesgo de perderse, a lo que se suman los riesgos del clima extremo y la falta de agua por tratarse de una zona desertica.
¿Qué son los cráteres que hay en la Zona del Silencio?
Las investigaciones sobre estas formaciones no han sido concluyentes, pero una de las hipótesis más discutidas es que estos grandes hoyos o cráteres son cenotes secos o ríos subterráneos.
Los habitantes de la zona señalaron que Tlahualilo formó parte del antiguo mar de Tetis, lo que sugiere que estos pozos podrían estar relacionados con antiguas formaciones acuáticas, similares a los cenotes. Otra hipótesis es que en esta región se ubicaban las últimas lagunas del Río Nazas, lo que podría explicar la existencia de estos pozos profundos.
Dentro de la zona, también se ubica el cenote "El Hundido", ubicado en el municipio de Jiménez, Chihuahua. Se trata de una formación natural muy parecida a la retratada en Tlahualilo, pero que contiene agua en su interior. Aunque la cúpula colapsó hace siglos, en el fondo de esconde un río subterráneo, lo que sorprende ya que se trata de un área desértica.
Debido a que el acceso al cenote es complicado, solo algunos han logrado bajar a conocerlo y ha sido muy poco explorado por lo que se desconoce que tipo de fauna hay al interior de sus aguas.