El periódico británico Financial Times, especialista en temas de economía, advierte que la reforma judicial del presidente Andrés Manuel López Obrador tiene el potencial de convertir a México en Rusia en cuanto al modo de hacer negocios y que las empresas podrían huir.
El editor para latinoamerica del medio, Michael Stott, plantea un escenario en el que una empresa multinacional tiene un enfrentamiento con una empresa estatal rival que compite con trampas: los abogados de la primera saben que el caso es sólido, pero el juez que lo llevará es aliado del partido en el poder, el regulador es el propio gobierno y la autoridad fiscal amenaza con encarcelar al director de la multinacional mientras verifica sus facturas.
Stott ejemplifica que algo así puede ocurrir en Moscú, nación gobernada por Vladimir Putin, pero no en el país que es el mayor socio comercial de Estados Unidos, en México.
¿A qué sectores podría afectar más la reforma judicial de AMLO?
Pero los lideres empresariales temen que en México haya cambios importantes a su Constitución, donde se escoja por voto a jueces y a ministros, incluso a los de la Suprema Corte y se eliminen los reguladores autónomos.
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"Es un problema particular para los sectores regulados. La Minería, la energía y las telecomunicaciones serán los más afectados, pues necesitan grandes inversiones a largo plazo que dependen del estado de derecho", dijo un alto ejecutivo de una multinacional a FT.
La Cámara de Comercio de Estados Unidos ha señalado que la reforma judicial puede "socavar el estado de derecho y las garantías de protección para las operaciones comerciales en México", mientras que el Embajador de EU en México, Ken Salazar, ha criticado los planes del presidente mexicano.
También los inversores temen que los cambios constitucionales violen los acuerdos comerciales no sólo con el principal socio comercial, sino también con Canadá, la Unión Europea y hasta con Asia.
Reforma judicial afectaría al nearshoring
Lo anterior pondría en riesgo la ventaja que el territorio mexicano tiene con el nearshoring: su cercanía con el territorio estadounidense, lo que ha impulsado a los fabricantes a mover sus plantas de operaciones de China a una nación más cerca de casa.
“Hay una tremenda oportunidad frente a México, que es el nearshoring y el friendly-shoring... Y la están socavando (...) estamos siguiendo un camino de potencial conflicto, de fricción con Estados Unidos, que afectará a los mercados, creará incertidumbre y podría socavar la inversió”, dice Alberto Ramos, economista jefe para América Latina de Goldman Sachs.
El Banco de México redujo su pronóstico de crecimiento de 2.4 por ciento a sólo 1.5 por ciento para lo que, a decir de el Financial Times, debería ser una economía en auge.
Incluso el peso mexicano ha tenido una caída de 12 por ciento tras las elecciones el pasado 2 de junio, ya que los mercados han mostrado tensión ante la mayoría calificada que Morena y sus partidos aliados lograron con los votos, lo cual sorprendió a los inversores extranjeros.
Si bien el editor del FT señala que hay pocos que no quisieran ver cambios en el sistema legal mexicano, pues la impunidad y la corrupción son dos grandes problemas, añade que los líderes empresariales temen que con los cambios del presidente Andrés Manuel López Obrador se empeore el panorama al politizar la justicia.