A lo largo su administración, el presidente Andrés Manuel López Obrador resaltó la relación que mantuvo con sus homólogos estadounidenses, primero con Donald Trump y luego con Joe Biden, sin embargo, la llegada del gobierno de Claudia Sheinbaum se desarrollará no sólo en medio de un proceso electoral en el país vecino, sino también con grandes polémicas entre ambas naciones en materia de economía y seguridad.
En más de una ocasión López Obrador descalificó la información de la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) sobre el la fortaleza del crimen organizado en territorio estadounidense, incluso, durante su pasada conferencia de prensa de mayo del presente, indicó que el país vecino “no ha atendido las causas” de la crisis por el consumo de fentanilo.
“Se les hace muy fácil echarle la culpa a México”, comentó el mandatario luego de que la DEA diera a conocer un informe en donde afirma que el Cártel de Sinaloa y el Jalisco Nueva Generación (CJNG), son los responsables “de la peor crisis de drogas en la historia de Estados Unidos”.
Meses después, tras el triunfo de Claudia Sheinbaum en las urnas, autoridades estadounidenses capturaron a l Ismael ‘El Mayo’ Zambada, cofundador del Cartel de Sinaloa, en El Paso, Texas, sin colaboración del Gobierno Federal. El capo reveló, a través de una carta, que su aprehensión derivó del secuestro de Joaquín Guzmán López, hijo de ‘El Chapo’ Guzmán, quien lo trasladó a aquella nación vía área.
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Durante las últimas semanas, se han registrado diversos hechos de violencia en Sinaloa debido a que Los Chapitos y Los Mayitos combaten por el CDS, lo cual, según López Obrador, desprendió de la captura de ‘El Mayo’.
“Sí, claro que sí (es corresponsable Estados Unidos), por haber llevado a cabo ese operativo (contra Zambada). No (afecta la relación bilateral), nada más que ellos vayan internalizando que no se puede actuar así, sin tomar en cuenta al Gobierno de México”, externó el pasado 19 de septiembre.
¿La reforma judicial atemoriza la inversión extranjera?
Pese a que la misma Claudia Sheinbaum y su próximo secretario de Economía, Marcelo Ebrard, han asegurado a empresarios extranjeros que la elección de jueces, ministros y magistrados no afectará futuras inversiones, la agencia Moody’s advirtió que, tras la promulgación de la reforma judicial “enfrenta incertidumbre ante cambios constitucionales y un deterioro fiscal”.
"Un cambio brusco en la calificación es poco probable sin que haya un choque material que afecte el perfil crediticio. Para poner en contexto eso solo ocurrió en la pandemia", dijo Renzo Merino, analista principal de la agencia para el país durante el evento anual ‘Moodys Inside Latam México’.
Hasta ahora, la calificación de Moody’s para México es de ‘Baa2’ con perspectiva estable, aun por encima del grado de inversión. No obstante, Merino anticipó que a finales de año se hará una revisión a México.
Pese a ello, el analista destacó como fortalezas a la estabilidad macroeconómica y la autonomía del Banco de México (Banxico) y también advirtió sobre las presiones financieras que conlleva sostener a la estatal Petróleos Mexicanos (Pemex), la más endeudada del mundo.
López Obrador terminará su sexenio el próximo 30 de septiembre y, al día siguiente, Claudia Sheinbaum asumirá la presidencia de la República. El pasado sábado, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, refrendó el apoyo de su país a la nueva mandataria, pero destacó que temas como seguridad, migración y comercio se deben fortalecer para la relación bilateral, sin embargo, mucho de ello dependerá si Donald Trump o Kamala Harris lleguen a la Casa Blanca.