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Así fue como el Tren de Aragua se volvió un grupo criminal internacional y llegó hasta la CDMX

El Tren de Aragua surgió como una pandilla carcelaria en Venezuela y se extendió a varios países de Latinoamérica, entre ellos México.

El Tren de Aragua surgió como una pandilla carcelaria en Venezuela.Créditos: Google Maps y X.
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El Tren de Aragua es un grupo criminal que surgió en Venezuela y se extendió por Latinoamérica, inició en Sudamérica y llegó hasta Estados Unidos. La célula delictiva ya tiene presencia en la Ciudad de México y esto se confirmó después del feminicidio de dos mujeres venezolanas, identificadas como Stephanie y Susej que fueron localizadas sin vida en Topilejo, al sur de la capital.

Este grupo criminal es el más poderoso de Venezuela, de acuerdo con InSight Crime, y es el único grupo criminal que ha logrado expandirse a otros países. Se creó como una pandilla carcelaria en el estado de Aragua, de ahí el nombre, y a continuación te contamos cómo fue que logró extender su dominio criminal.

El grupo criminal venezolano cuenta con un amplio portafolio criminal trasnacional, entre las actividades ilícitas a las que se dedica están la extorsión, el secuestro, la trata de personas, el tráfico de migrantes, el contrabando, minería ilegal, el narcotráfico, la ciberdelincuencia y el robo.

¿Cómo fue que el Tren de Aragua se convirtió en un grupo trasnacional?

El Tren de Aragua surgió en la cárcel de Tocorón, en el estado de Aragua, y su nombre tiene origen en un sindicato de una obra ferroviaria que nunca fue concluida.

El grupo criminal se convirtió en lo que es actualmente y extendió su poder con el liderazgo Héctor Rustherford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, quien fue encarcelado en esa prisión. Sin embargo, se escapó el año pasado antes de que las autoridades venezolanas retomaran el control de la cárcel y actualmente es uno de los delincuentes más buscados.

Su evolución a grupo criminal transnacional comenzó en 2018, cuando la pandilla intentó establecerse en la frontera entre Venezuela y Colombia. En su intento por expandirse se enfrentó a células delictivas, entre estas el Ejército de Liberación Nacional y las Autodefensas Gaitanistas de Colombia.

El Tren de Aragua aprovechó que se intensificó la migración de venezolanos que desesperadamente buscaban salir del país y vio una oportunidad para explotar a los migrantes.

Les cobraba para llevarlos de forma clandestina a Colombia y así tomó el control de varios esquemas de la trata de personas con fines de explotación sexual. También estableció un sistema de préstamos ilegales, conocidos como gota a gota.

Entre 2018 y 2023, el Tren hizo una red criminal transnacional porque estableció células en Colombia, Perú y Chile, aunado a una presencia esporádica en Ecuador, Bolivia y Brasil.

Cada una de las células del Tren de Aragua se enfoca en una actividad criminal diferente y se localizan principalmente en las fronteras.

El Gobierno de Venezuela retomó el control de Tocorón, el bastión del grupo criminal, hasta septiembre del año pasado. Debido a que varios venezolanos salen de su país en busca del “sueño americano” y su objetivo es llegar a Estados Unidos, el Tren de Aragua también ha aprovechado esta situación para expandir sus actividades criminales hasta ese país.

Esto ha provocado que las autoridades de varios países de Sudamérica, como Colombia, tengan en la mira al Tren de Aragua y unan fuerzas para enfrentarlo. Lo que ha provocado que su expansión internacional se ralentice y a esto se agrega que perdió su base criminal.

Las fuerzas de seguridad de Latinoamérica y Estados Unidos invirtieron recursos en la persecución de las células de la banda. Muestra de esto es que entre 2022 y 2023 se registraron más de 100 detenciones de integrantes del Tren de Aragua.

Además, el Departamento de Estado de EU ofrece recompensas por un total de hasta 12 millones de dólares a cambio de información que conduzca a la detención y condena en cualquier país de los cabecillas del Tren de Aragua, el “Niño Guerrero”; Yohan José Romero, alias “Johan Petrica”, y Giovanny San Vicente, alias “Giovanny” o “El Viejo”. 

Estas son las operaciones del Tren de Aragua en CDMX

A pesar de los esfuerzos de las autoridades internacionales para desmantelar el Tren de Aragua, se colocó como el tercer grupo criminal con mayor influencia en Latinoamérica, de acuerdo con un índice elaborado por InSight Crime.

La presencia del grupo criminal venezolano fue confirmada el pasado 7 de agosto con el feminicidio de Stephanie y Susej, las dos salieron de su país para buscar un futuro mejor y querían convertirse en modelos, de acuerdo con información del reportero Carlos Jimenez.

No obstante, integrantes del grupo criminal que operan el la CDMX las secuestraron y explotaron sexualmente. El comunicador señaló que les pidieron pagar 15 mil dólares para evitar que fueran asesinadas, pero fueron localizadas sin vida en el kilómetro 32+600 de la carretera federal México-Cuernavaca, en el perímetro de San Miguel Topilejo, alcaldía Tlalpan.

La zona de Topilejo es conocida por ser uno de los epicentros delictivos más importantes de la CDMX, ahí se localizan varias casas de seguridad.

Arlene Palestina, abogada de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez", detalló en entrevista con Enrique Acevedo para Fórmula Noticias que en México operan varios grupos criminales de otros países, principalmente de Venezuela y Colombia, con autorización de células delictivas mexicanas que se dedican a la trata de personas con fines de explotación sexual y aprovechan los flujos migratorios que se intensificaron desde 2023.

Carlos Jiménez detalló en su cuenta de X, antes Twitter, que Stephanie y Susej no son las únicas víctimas del Tren de Aragua en la capital; pues amenazan y matan también a sus rivales en la zona de Sullivan.

Asimismo, se identificó que este grupo criminal opera en Polanco y sus alrededores, donde ejercen actividades ilegales como narcotráfico y trata. 

A esto se añade que el pasado 8 de agosto dos hombres de origen venezolano fueron atacados con un arma de fuego mientras comían en una de las sucursales de La Casa de Toño, ubicada en la alcaldía Miguel Hidalgo. Uno de ellos fue identificado como Sebastián “N”, quien murió en el lugar, y el otro como José Maximiliano “N”.

Hasta ahora se desconoce si ambos sujetos están involucrados en el feminicidio de las dos jóvenes venezolanas y las autoridades no han informado cuál fue el móvil del ataque ni confirmaron si pertenecen a algún grupo criminal, como el Tren de Aragua. Las dependencias de seguridad tampoco han aportado más datos sobre las operaciones de esta célula delictiva en la CDMX.