En días recientes, la Fiscalía de Sonora confirmó la detención de un grupo de niños sicarios, quienes tienen entre 11 y 13 años de edad. Aunque esta problemática se ha extendido en las diferentes zonas del país, debido a la presencia de diferentes cárteles, ¿pero cuándo dinero les da el narco y qué puestos ocupan? Te lo decimos.
Diferentes estudios calculan que existen entre 45 mil y 360 mil niñas, niños y adolescentes que se encuentran a merced del crimen organizado. La pobreza y la marginalidad, sobre todo en zonas violentas, son factores de los que se aprovechan los criminales, de acuerdo con expertos del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
¿Cuánto dinero les da el narco a los niños sicarios?
Un estudio realizado por la organización Reinserta -que brinda apoyo a las niñas, niños y adolescentes marcados por la violencia- señala que los cárteles les pagan entre seis mil y 30 mil pesos quincenales, aunque depende del cargo y la entidad. El mismo informe refiere que la única actividad que tiene un pago fijo es el cruce de indocumentados: cien dólares por persona (alrededor de mil 900 pesos).
Aunque no todos los menores de edad ganan lo mismo, por ejemplo: la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) recopiló testimonios de jóvenes que reciben 600 pesos al día para unirse al crimen organizado, lo cual representa para ellos una 'oportunidad económica', ya que provienen de hogares de alta marginación y no tienen acceso a la educación.
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Reinserta recopiló testimonios de infantes y adolescentes que estuvieron ligados al crimen organizado, por ejemplo: los cárteles que operan en el noreste mexicano -Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila- ofrecen hasta "10 mil bolas" (pesos) a los jóvenes reclutas, quienes pueden tener edades que van de los ocho a los 16 años.
Están agarrando puro morrillo todo tonto porque saben que, como ahorita a los morrillos les vale queso la vida, pues les dan un arma, un chaleco, unos cargadores y ya mándalos a la batalla, para no arriesgar a la raza alta", afirma una de las personas que fue consultada por Reinserta.
Los infantes y adolescentes no sólo quedan expuestos a los enfrentamientos entre organizaciones delictivas rivales, sino también a las mismas represalias dentro de los cárteles en caso de que hagan algo mal: el informe recopiló testimonios de jóvenes que recibieron malos tratos, como recibir tablazos o estar amarrados.
¿Qué puestos ocupan los niños sicarios?
Dentro de los grupos de la delincuencia organizada, niñas, niños y adolescentes son empleados para diferentes puestos como: labores de 'halconeo' o vigilancia, así como la venta de droga. Un estudio de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) afirma que los reclutas de menor edad sólo se dedican a ser halcones.
A partir de los 12 años, según la CIDH, se les dan armas para custodiar las casas de seguridad o realizar acciones como transportar drogas; ya para los 16 años, estos adolescentes son los encargados de realizar secuestros y asesinatos. Mientras que a las menores se les dan labores de limpieza o cuidado del hogar, así como para transportar droga.
Un informe de la Redim apunta que los menores de edad, de entre 12 y 13 años, pueden ser adiestrados para convertirse en sicarios, "hacen que cometan delitos graves desde el inicio", apuntan. La misma organización apunta que el reclutamiento es sistemático.
¿Y por qué un niño o adolescentes se puede volver sicario?
La organización Reinserta identificó factores que orillan a las niñas, niños y adolescentes a la órbita del crimen organizado. Para empezar existen causas familiares como: abandono de madres o padres, precariedad en las relaciones, violencia intrafamiliar y la salud mental de las personas dentro de un hogar.
A esto se suman factores sociales y económicos, tales como: la presencia de pandillas y cárteles, la violencia comunitaria y la normalización de la misma, el consumo de drogas a muy temprana edad, la deserción escolar o la expulsión de los planteles a causa del consumo de estupefacientes u otros delitos.
Finalmente, las niñas, niños y adolescentes se integran a los grupos de la delincuencia organizada por factores culturales, según Reinserta, entre los que se encuentran: la narcocultura que les inculca "modelos a seguir y de personalidad", los cárteles usa creencias religiosas para fortalecer el vínculo con los menores y una búsqueda de sentido de pertenencia.