Desde el sur hasta el norte del país opera una red dedicada al tráfico y comercio ilegal de crías de moños araña, alertó la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM).
De acuerdo con la Asociación, denuncias y pruebas señalan que las entidades donde más venden estos ejemplares son Durango y Coahuila. En redes sociales ofrecen pequeños monos araña de dos y tres meses de edad en hasta 58 mil 500 pesos, pero su precio aumenta otros 5 mil pesos cuando el cliente pide un michochip y los papeles que acrediten su legal procedencia.
Traficantes exhiben a los monos araña hembras y machos vestidos como muñecos, o con ropa de bebé, además ofrecen entrega a domicilio.
“El tráfico ilegal de monos araña ha incrementado muy preocupantemente en todo el país, pero principalmente en el norte porque muy, muy desafortunadamente ahí se ha convertido en una moda absurda tener a monos que sean como hijos o terriblemente hasta como sirvientes, y también porque hay mayor poder adquisitivo en esta región”, dijo Ernesto Zazueta, Presidente de la AZCARM.
De sur a norte: Así trafican a los monos araña en el país
En el norte del país es donde está la venta principal de monos araña, ejemplares que habitan en las selvas del sureste de México.
“Para poder llevarlos hasta el norte tiene que estar operando una gran red de tráfico en la que sí o sí deben estar coludidas diversas autoridades”, dijo el presidente de la AZCARM.
El tráfico de estos primates “es toda una desgracia”, dijo Zazueta, pues explicó que traficantes deben derribar árboles y matar a las madres o manadas para poder llevárselos, ya que “la especie se agrupa en grupos familiares matriarcales”.
El comercio de monos araña tiene afectaciones para los ejemplares, ecológicas y también para pobladores de las zonas aledañas a sus hábitats, afirmó Ernesto Zazueta.
Para empezar la Ley General de Vida Silvestre y la NOM-059-SEMARNAT-2010 prohíben la venta de monos araña, por ser una especie en peligro de extinción, en tanto, la CITES regula el comercio internacional de estos primates. Ambas medidas tienen el objetivo de asegurar su conservación en su hábitat natural.
Una vez que llegan los monos araña a los hogares necesitan cuidados especiales, que son difíciles de proporcionar, lo que provoca una mala nutrición y problemas de salud, además representan un peligro para las personas, por su comportamiento agresivo y porque pueden transmitir enfermedades zoonóticas.
“Su comportamiento naturalmente puede volverse agresivo, representando un verdadero peligro para las personas. De hecho nos refieren que ya varios han sido abandonados en las calles por esta razón”, dijo Zazueta.
El tráfico de monos araña también tendría un impacto ecológico negativo, ya que los primates tienen un papel vital en la dispersión de semillas y el mantenimiento de la biodiversidad en los bosques tropicales del sureste de México, por lo que también afectaría a poblaciones que dependen de esos ecosistemas.
Por lo anterior, AZCARM pidió a la Profepa y a la DGVS que atienda la denuncia y desmantelen la red de tráfico y comercio ilegal de monos araña, además de que implemente medidas de seguridad.
“Hacemos un llamado a la población para que continúe denunciando cualquier actividad relacionada con el tráfico ilegal de monos araña y otras especies protegidas”, dijo AZCARM.