Nacional

ELECCIONES 2024

Yo conocí a Claudia Sheinbaum cuando ni ella sabía que iba a ser la primera presidenta de México

Es la primera persona en llegar a la silla presidencial nacida en la izquierda. Inició su activismo político desde que estudiaba en el CCH Sur de la UNAM, y se consolidó con el movimiento estudiantil del CEU.

Del CEU a Palacio Nacional: el inexorable camino de Claudia Sheinbaum.Créditos: Ingrid Sainz
Escrito en NACIONAL el

A mi hermano Jaime, que me acompañó en esos gloriosos días

Claudia Sheinbaum Pardo se convierte en la primera presidenta de México en 200 años de República, un hecho histórico para el país. También es la primera persona en llegar a la silla presidencial nacida en la izquierda, y la primera científica en ocupar ese alto cargo, un hito más.

Las encuestas validaron lo que ya se veía venir el domingo 2 de junio con el triunfo de Sheinbaum Pardo, quien durante su campaña reiteró su promesa de defender y promover los valores de la “Cuarta Transformación de la vida pública de México”, eje central de la política del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador.

Infancia es destino

Con Claudia Sheinbaum se cumple a cabalidad ese apotegma atribuido a Sigmund Freud: “infancia es destino”. Sus padres, el químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bióloga Annie Pardo Cemo, fueron activistas políticos durante el Movimiento Estudiantil de 1968. En su casa siempre se hablaba de política, comentó en una entrevista la hoy presidenta electa.

Ella misma señala que entre sus recuerdos de infancia se encuentran las visitas de sus padres al temido Palacio Negro de Lecumberri, donde se encontraban recluidos los líderes del movimiento estudiantil, entre ellos Raúl Álvarez Garín, gran amigo de su madre cuando coincidieron en el Instituto Politécnico Nacional (IPN).

Según relata en Claudia, el documental, en la primaria y secundaria fue una alumna muy activa. En 1977, Sheinbaum ingresó al Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) plantel Sur de la UNAM y, paralelamente, inició su participación en el activismo político de la época.

Comenta que acompañó en su huelga de hambre a Rosario Ibarra de Piedra, fundadora de una de las primeras organizaciones de madres, padres y familiares de desaparecidos: el Comité ¡Eureka!, también se solidarizó con los huelguistas de la refresquera Pascual, el apoyo al STUNAM y a los maestros de la CNTE, a principio de los años 80.

Facebook Claudia Sheinbaum.

El inexorable camino de Sheinbaum hacia la Presidencia

Mientras Claudia Sheinbaum concluía su tesis de licenciatura dio inicio en 1986 el movimiento del Consejo Estudiantil Universitario (CEU), que surgió como respuesta a las reformas promovidas por el entonces rector de la UNAM, Jorge Carpizo, que pretendía aumentar las cuotas y eliminar el pase automático para estudiantes de bachillerato de la propia Universidad, entre otras cosas.

Fue entonces cuando coincidí con Claudia. Me involucré en el movimiento del CEU como activista político siendo un joven ceceachero. Éramos la generación del terremoto, que dos años antes con palas y picos o nuestras propias manos nos aprestamos al rescate de las víctimas de aquel fatídico evento en la Ciudad de México.

Entre 1986 y 1987, el CEU logró vencer el miedo tomando las calles, acontecimiento que no sucedía desde 1968, ya que el 10 de junio de 1971 fue duramente reprimido. Con temor, miles de estudiantes protestamos por lo que llamamos el “Plan Carpizo”, que pretendía dejar fuera de la educación superior a miles de jóvenes de bajos recursos.

Oficialmente el CEU nació el 31 de octubre de 1986, un movimiento que rechazaba uno de los proyectos educativos neoliberales más representativos de la década de los 80. Entre asambleas, mítines y grandes movilizaciones, Claudia y yo nos cruzamos varias veces. No nos decíamos por nuestro nombre, sólo “compañera o “compañero”. Teníamos una causa en común: echar abajo las reformas de Carpizo.

Asambleas interminables de más de 16 horas, en donde los representantes de cada escuela llevaban los resolutivos de su plantel ante la plenaria del CEU, y en los que Claudia y quien esto escribe coincidimos algunas veces. Así, logramos con las autoridades de la rectoría de la Universidad un diálogo público y una transmisión histórica a través de Radio UNAM.

Sin llegar a un acuerdo con las autoridades universitarias, estalla la huelga en el primer minuto del 29 de enero de 1987, que se prolongaría por 17 días. Entre marchas, mítines y diálogo público, en donde era recurrente ver a Claudia muy participativa, el CEU triunfó, y con ello dio naturaleza intelectual a su lucha.

Una ceuísta entra por la puerta grande a Palacio Nacional

Ha habido otros intentos por privatizar a la máxima casa de estudios del país. Hace 37 años, el CEU dio claro ejemplo para seguir defendiendo la educación pública y gratuita. Hoy tiene a una de sus representantes sentada en la silla presidencial

Una parte de la generación del CEU acompaña aún a Claudia Sheinbaum en la política, otros tomamos derroteros diferentes, como ejercer el oficio más lindo del mundo, el periodismo. No hago apología de la persona, pero desde mi trinchera relato lo que vi y lo que viví con ella y al lado de miles de estudiantes, que a lo lejos de esos casi 40 años ha influido de manera decisiva en el cambio político que México está viviendo.

“Desde la fundación del CEU hasta la fecha, las y los ceuístas fuimos, somos y seremos agentes de cambio… Hoy, una de nosotras, una destacada, valiente y brillante activista del CEU, podría ser la primera mujer en ocupar la presidencia de la República”, se dijo el año pasado, cuando se llevó a cabo un baile con el propósito fortalecer una red de exceuístas en su apoyo… Efectivamente, hoy, Claudia Sheinbaum, es la primera presidenta de México.