Un altercado entre civiles armados y elementos de la Policía de Investigación (PDI) adjunta a la Fiscalía General del Estado de Chiapas dejó como saldo daños materiales en las instalaciones policiales y dos personas heridas. Este enfrentamiento ocurrió después de que los civiles denunciaran el secuestro de dos personas por parte de la PDI.
El incidente se desencadenó tras la detención de dos individuos en la comunidad de Pakal-Ná, en Palenque, Chiapas, el pasado 12 de junio. Un grupo de pobladores, algunos de ellos encapuchados, acudió violentamente a la comandancia municipal exigiendo la liberación de los detenidos.
Según los testimonios recabados, elementos de la Policía de Investigación de la Fiscalía General del Estado (FGE) se presentaron en un domicilio y se llevaron a dos hombres. En respuesta, los familiares de los detenidos acudieron a la comandancia para solicitar una explicación.
Al no obtener una respuesta clara de las autoridades sobre los motivos del arresto, más personas se congregaron en el lugar para ejercer presión y exigir la liberación de los detenidos.
La protesta se intensificó cuando los allegados a los aprehendidos comenzaron a dañar al menos siete vehículos estacionados frente a la comandancia. En respuesta, policías y otros trabajadores de la Fiscalía realizaron disparos al aire para dispersar a los manifestantes.
Los familiares y amigos de los detenidos, en un intento de defenderse de lo que consideraban una agresión injustificada, lanzaron objetos como piedras, palos y tubos. Según datos oficiales, este enfrentamiento dejó dos personas lesionadas.
Guardia Nacional controla gresca en Chiapas
La situación fue controlada con la llegada de la Guardia Nacional, que logró calmar a la multitud después de varios minutos de tensión. Las personas detenidas fueron liberadas, aunque aún se desconocen los motivos de su arresto por parte de la Fiscalía.
En videos que circulan en redes sociales, se observa a los inconformes reclamando las pertenencias de los arrestados, como un teléfono celular, que fue entregado por un policía bajo presión. Esto provocó que los familiares y la multitud increparan al oficial, llamándolo ladrón.
Otro video muestra a los comandantes intentando dialogar desde la azotea con las personas enfurecidas, pidiéndoles calma, pero recibiendo a cambio abucheos y groserías.
Los denunciantes aseguran que los elementos policíacos iniciaron la agresión, lo que llevó a los civiles a tomar palos y piedras y atacar la comandancia. En respuesta, los oficiales realizaron disparos para dispersar a la multitud, sin éxito, resultando en daños a la infraestructura del inmueble, incluyendo vidrios rotos y vehículos destrozados.
La intervención de la Guardia Nacional fue crucial para restablecer el orden, y las personas detenidas finalmente fueron liberadas, sin que se hayan aclarado las razones de su arresto.