La Fiscalía General del Estado (FGE) investiga el homicido de 11 personas ocurrido en las últimas horas en la comunidad Nueva Morelia, ubicada en el municipio Chicomuselo, de Chiapas.
En medio de una escalada de violencia en el ejido Nueva Morelia, 11 personas perdieron la vida. Según información escasa, debido a la limitada comunicación en la zona, las víctimas, jóvenes y mujeres de la población, no tenían afiliación con ningún grupo en conflicto.
El Grupo Interinstitucional encabezado por la FGE a través del Fiscal del Ministerio Público de Chicomuselo realizaron el levantamiento de los cuerpos y los trabajos de identificación.
Para garantizar la paz en la zona, se realizan las investigaciones correspondientes, por lo que el Grupo Interinstitucional lleva a cabo patrullajes en la región con el propósito de fincar responsabilidades.
CJNG y Cártel de Sinaloa desatan violencia en Chiapas
La ausencia de intervención por parte de la Fiscalía de Chiapas en dicho municipio se atribuye a los filtros de control que operan en la zona. Esta situación sumió a Chicomuselo en una noche de profunda tristeza, donde la población clama por la paz en medio de esta guerra sin cuartel.
Los enfrentamientos entre los cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa (CDS) han alcanzado niveles alarmantes en comunidades de Frontera Comalapa y Chicomuselo, obligando a los habitantes a abandonar sus hogares en busca de seguridad.
Los informes de la población local revelan que los violentos sucesos se intensificaron en los últimos tres días, con ataques que dejan rastro de destrucción y desolación. A pesar de los riesgos, la falta de acción por parte de las autoridades gubernamentales, provoca una atmósfera de impunidad en la región.
Los pobladores relatan que los enfrentamientos causaron estragos, como la destrucción de vehículos utilizados durante los combates. Las ráfagas de armas de alto poder provenientes de los cerros siembran el terror entre la población, dejando múltiples heridos y un clima de incertidumbre.
El incendio desatado en varios poblados de la región, que aún no ha sido controlado, empeora la situación. Se sospecha que integrantes de grupos del crimen organizado son responsables de este desastre, que ya consumió numerosas viviendas y terrenos de cultivo, obligando a más personas a abandonar sus hogares.
En Chicomuselo y otros municipios de la Frontera y la Sierra, la violencia persiste desde hace casi tres años, con una serie de conflictos que han dejado un saldo de muerte, desapariciones y desplazamientos forzados.
En otro lamentable episodio de violencia, la Fiscalía General del Estado reportó el asesinato de dos hombres en el tramo carretero Ocosingo-Altamirano, donde se encontró un vehículo con los cuerpos sin vida en su interior.
La tragedia continúa cobrando vidas y sembrando el dolor en Chicomuselo y sus alrededores, mientras la población clama por una respuesta efectiva para detener esta espiral de violencia que amenaza con consumir la región.