Chiapas se mantiene asediada por el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), sobre todo en la zona de la frontera con Guatemala. Esto ha provocado que la inseguridad y violencia incrementen en la entidad desde 2023.
El último suceso violento que se registró en la entidad vinculado con el enfrentamiento entre ambos grupos criminales fue el homicidio de 11 personas en la comunidad de Nueva Morelia, en el municipio de Chicomuselo, de acuerdo con Argenis Esquipulas, corresponsal de Grupo Fórmula en la entidad.
La Fiscalía General de Justicia de la entidad ya investiga los hechos y el periodista informó que la poca información que hay disponible señala que las víctimas eran jóvenes y mujeres de la comunidad que no pertenecían a ninguno de los grupos criminales.
Chiapas se mantenía entre los estados más pacíficos del país, de acuerdo con el “Índice de Paz México 2024”, y estaba entre los primeros cinco lugares desde 2017. Sin embargo, desde 2023 se volvió atractivo para los grupos delictivos, entre otras cosas, porque es un punto de entrada de la cocaína de Sudamérica y para mandarla hacia Estados Unidos.
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El documento señala que el Cártel de Sinaloa es el que históricamente controlaba las actividades de tráfico en la frontera de Chiapas con Guatemala, pero el CJNG se interesó por algunas zonas fronterizas y empezó a disputarlas desde 2022.
De los 124 municipios, sólo tres tuvieron tasas extremas de homicidio el año pasado. Se trata de Suchiate, Benemérito de las Américas y Marqués de Comillas, a pesar de que sus poblaciones son pequeñas.
La más extrema fue la de Suchiate que tuvo 121 muertes por cada 100 mil personas, lo que significó un aumento del 56.2 por ciento respecto a 2022 y fue la tasa de homicidios más alta a nivel municipal en Chiapas.
Desplazamiento forzado y reclutamiento del narco en Chiapas
La violencia ha provocado que más de 10 mil personas sean desplazadas de sus comunidades desde 2021, pero no hay datos oficiales porque ninguna dependencia del gobierno federal lleva registro de los habitantes que son expulsados de los lugares en los que viven.
Entre las violencias que los habitantes de Chiapas enfrentan está el reclutamiento forzado por parte de los grupos delictivos; pues a pesar de que están conformados por una gran cantidad de personas y son considerados como el quinto mayor empleador del país, el índice de mortalidad es alto y por ese motivo deben reclutar más de 350 individuos a la semana para continuar expandiéndose, según el Índice.
Las personas que se vuelven objetivos para el reclutamiento son niños y jóvenes que viven en condiciones vulnerables, debido a que se combinan varios factores, como la pobreza, hogares abusivos y la falta de instancias sociales gubernamentales que brinden apoyo.
Chiapas es una de las entidades con altos niveles de desigualdad social y pobreza. Aunado a que tiene uno de los niveles más bajos de paz positiva, este es el nombre que se le da a las actitudes, instituciones y estructuras que crean y sostienen sociedades pacíficas.
La entidad está en el lugar 25 de 32 de la lista de paz positiva por estado. Además, es el estado más amenazado ecológicamente, de acuerdo con el Informe sobre Amenazas Ecológicas (ETR, por sus siglas en inglés). También es el que tiene mayor seguridad alimentaria del país, entre el 70 y 77 por ciento de la población está en riesgo, según estimaciones gubernamentales. A esto se suma que es uno de los tres estados que registra un alto nivel de amenaza por desastres naturales.
La suma de estos factores deja a la población de Chiapas vulnerable al reclutamiento y expansión de los cárteles. Tan sólo en enero de 2024 aproximadamente 2 mil habitantes de la zona fronteriza tuvieron que huir porque integrantes del CJNG y de Sinaloa hicieron un censo para saber quiénes eran las personas que podrían ser reclutadas y si se negaban eran amenazadas, les quitaban el acceso a servicios, como agua, o eran asesinadas.
Migrantes, en la mira del narco: tráfico de personas deja 13 mil MDD por año
La migración es otro de los motivos por los que Chiapas se ha convertido en uno de los estados más importantes para el crimen organizado. Este fenómeno se intensificó en 2023 y, por tanto, se convirtió en un negocio lucrativo para los cárteles porque extorsionan a las personas en contexto de movilidad o las adhieren a sus filas.
Los registros de migrantes no autorizados en el país se han multiplicado ocho veces en la última década, de 86 mil en 2013 a casi 800 mil en 2023. Por este motivo el tráfico de personas se ha convertido en una de las economías criminales de los grupos delictivos.
De acuerdo con el “Índice de Paz México 2024”, los cárteles obtienen alrededor de 13 mil millones de dólares cada año por esta actividad. Aunque los estados que tienen conexión con la frontera norte eran los más afectados por el secuestro y la trata de personas, las entidades del sur también experimentan un aumento en el número de víctimas migrantes.
Otro de los motivos por los que el Cártel de Sinaloa se introdujo en esta economía criminal fue la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La cual provocó que “Los Chapitos” decidieran abandonar el fentanilo y se inclinaran por otro tipo de delitos, como el tráfico de personas en Chiapas.