Durante este último fin de semana, los municipios de Frontera Comalapa y Chicomuselo, de Chiapas, se convirtieron en escenario de violentos enfrentamientos entre los Cárteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa (CDS), lo cual generó una oleada de desplazamientos entre la población local.
De acuerdo con testimonios recabados, miembros del CDS fueron responsables de la destrucción de tres vehículos conocidos como "monstruos", utilizados en estos sangrientos enfrentamientos.
El clima de violencia que impera en la región ha obligado a numerosas familias a abandonar sus hogares en busca de seguridad y resguardo en otras zonas.
CJNG y Cártel de Sinaloa dejan rastro de destrucción en Chiapas
Estos enfrentamientos, que iniciaron hace tres días, alcanzaron su punto álgido el domingo pasado, dejando tras de sí un rastro de destrucción y miedo entre los habitantes locales. Sin embargo, la inacción por parte de las autoridades gubernamentales ha generado un profundo sentimiento de frustración y desconfianza en la comunidad, que se siente desamparada ante la escalada ola de violencia.
Las consecuencias de estos enfrentamientos trascienden los daños materiales, habiéndose reportado también varios heridos, incluyendo una mujer que resultó gravemente lesionada por una bala perdida dentro de su propio hogar.
Aunque se especula sobre posibles víctimas mortales, la falta de confirmación oficial refleja el clima de temor y silencio que impera en la región, donde el miedo a represalias impide que la población denuncie abiertamente los actos de violencia.
La situación en Chiapas continúa siendo delicada, con una población que clama por seguridad y acciones efectivas por parte de las autoridades para poner fin a la espiral de violencia desatada por la disputa territorial entre estos los poderosos cárteles Jalisco Nueva Generación y de Sinaloa.