En la zona norte del país, el Gobierno Federal también construye otro importante medio de transporte: el Tren ‘Fantasma’ de Sonora, que amenaza con afectar el hábitat de jaguares, según testimonios de habitantes.
Mientras en el sur del país inauguraron el Tren Maya, en la zona norte elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional arrancaron las obras del ferrocarril, que unirá a los municipios de Ímuris y Nogales.
A diferencia del Tren Maya, este ferrocarril es menos popular, pues se sabe muy poco de su construcción y sobre su licencia de impacto ambiental.
La construcción de este tren de carga tiene una inversión de 7 mil millones de pesos y la Secretaría de Infraestructura y Desarrollo Urbano (Sidur), planea concluir en octubre de 2024.
Sin embargo, habitantes se oponen a esta obra debido a que el Gobierno pretende comprarles sus propiedades en sólo 170 mil pesos y además acusan que afectará la zona habitada por especies en peligro de extinción, como jaguares y ocelotes, según testimonios recabados por la senadora del PAN, Lilly Téllez.
Así es la zona donde hay jaguares y será afectada por el Tren ‘Fantasma’ de Sonora
Denuncias periodísticas señalan que la construcción del Tren ‘Fantasma’ impacta de manera negativa al medio ambiente: daña al Río Cocóspera, una de las principales fuentes de agua para las comunidades aledañas, y que también funciona como un corredor migratorio de norte a sur para jaguares y ocelotes.
Un mapa enviado por las autoridades a medios locales muestra que las vías del tren de carga también atravesarán el rancho El Aribabi, una reserva natural privada, ubicada entre Ímuris y Cananea, considerada como una de las regiones de mayor biodiversidad de América del Norte.
Y es que esta zona es el hábitat de jaguares, ocelotes, osos negros, coyotes, venados, monstruos de Gila, reptiles, aves y otros animales protegidos por la Norma Oficial Mexicana 059 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Además, en el área se preservan hábitats frágiles, como los matorrales, pastizales de mezquite, sabanas de roble y bosques de pino.
Por la importancia del lugar, habitantes han luchado por impedir obras de infraestructura, que van desde trabajos de pavimentación hasta la construcción de oleoductos y autopistas, sin embargo, consideran que no podrán parar la construcción del tren, que representa una gran amenaza para los ecosistemas locales.
“A lo largo de este tramo, dondequiera que perfores un pozo, hay agua, agua potable”, dijo uno de los habitantes, identificado como Kempton Torres, en entrevista para Mongabay.
Pobladores han propuesto una línea alternativa para las vías del Tren 'Fantasma' de Sonora, sin embargo, autoridades les responden que “no hay solución y que no hay vuelta atrás”.