Sergio Müller, ambientalista vocero de la Red de las Islas del Cielo, señaló que el proyecto del llamado Tren Fantasma del Norte fue impuesto pues ni siquiera hubo una consulta ciudadana, como en el caso del sureste.
“La diferencia con el Tren Maya es que al menos allá hubo una consulta, aquí ni siquiera eso tuvimos, es un proyecto impuesto donde ni siquiera a mano alzada hubo un acuerdo con habitantes, simplemente llegó el Ejército y les dijo se va a construir el tren”, dijo en entrevista con Azucena Uresti.
El ambientalista indicó que la gente no se opone al tren, sino a la manera en que se está haciendo debido a los daños ecológicos que implica.
“La gente no se opone al tren como tal, sino a la manera en qué se está haciendo y por dónde lo están haciendo porque está pasando por las zonas más delicadas que tenemos en Sonora, ecológicamente”.
Mencionó que recientemente se publicó la manifestación de impacto ambiental donde se mencionan las ventajas geométricas.
Ante esto, el gobernador Alfonso Durazo no impugnó la ruta debido a que es "la más fácil de hacer pero con más impacto social y ambiental", dijo.
Müller aseguró que ya han expresado al Gobernador los daños ambientales que implica el tren. No obstante, no ha dado seguimiento.
¿Cómo es el proyecto del 'Tren Maya' del Norte?
Desde finales del año pasado, elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) han comenzado con los trabajos de construcción de este ferrocarril con el desmonte de la antigua vía.
Este tren está planeado como un ramal para el transporte de carga y que unirá el municipio de Ímuris con Nogales.
De acuerdo con diversas denuncias periodisticas, este proyecto traería afectaciones al Río Cocóspera, que es una de las principales fuentes de agua para las comunidades y un corredor migratorio de norte a sur para especies amenazadas como jaguares y ocelotes.
Para esta obra se ha destinado una inversión de 7 mil millones de pesos y es supervisada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).