Bajo la sombra de la actuación de las bandas del crimen organizado en diversos estados del país y teniendo la recuperación de la seguridad como uno de los ejes más importantes de la discusión pública, en los primeros minutos de este 1 de marzo arrancaron las campañas del proceso electoral federal de 2024 que, entre otras cosas, dará paso a la sucesión del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Además, estas elecciones cobran relevancia toda vez que los árbitros de la contienda, es decir, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) han estado constantemente en las críticas del Poder Ejecutivo por la carga presupuestal que significan y que ya ha sido recortado en ambos casos, y lo que él ha considerado, es un solapamiento de los fraudes en materia comicial.
Pese a este panorama, por primera vez en la historia de México, existe una probabilidad muy grande de que la ciudadanía elija a la primera presidenta del país pues de acuerdo con diversos estudios demoscópicos la disputa estará entre Xóchitl Gálvez Ruiz, candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México, que integran el PAN, PRI y PRD, y Claudia Sheinbaum Pardo, candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia que aglutina a Morena, el PT y PVEM.
“La campaña y posterior elección se dará, afortunadamente, entre dos mujeres, ambas muy capaces y que han definido la ruta de lo que esbozan será un proyecto político. El reto aquí es sortear los problemas que ya envuelven su elección, la inseguridad y la percepción de que todo se ha salido de control en pocos meses”, apuntó Lorenza Sánchez, analista política por la Universidad Iberoamericana.
A tres meses de la jornada electoral y de acuerdo con Oraculus, la casa encuestadora que hace un promedio de los resultados obtenidos por otras analizadoras, ubica que Sheinbaum Pardo posee un 63 por ciento de las intenciones del voto, lo que la hace una franca favorita para ganar la Presidencia.
En segundo lugar, se ubica la candidata panista con un 31 por ciento de las preferencias electorales previo a la jornada de campañas y aunque los números no le han favorecido en el periodo previo, la exsenadora confía en que pueda revertir esta tendencia.
Aunque existe optimismo entre Movimiento Ciudadano, que gobierna dos de los estados más importantes de la Federación: Jalisco y Nuevo León, las encuestas ponen por debajo del 10 por ciento a su candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, quien tuvo que entrar al quite luego que el gobernador neoleonés, Samuel García, declinó a participar en la contienda por una crisis en su entidad derivada de sus ambiciones políticas.
Oraculus posiciona a Álvarez Máynez con apenas el 5 por ciento de las preferencias antes del arranque formal de la campaña.
Pero, más allá de la Presidencia, como cada seis años, se trata de uno de los comicios más importantes en la historia del país por el número de cargos que están en disputa, en total, alrededor de 19 mil.
Uno de los puntos que explotarán los partidos de oposición y que se antepone a un anhelo de tiempo del presidente López Obrador, el plan C, es decir, hacerse de la mayoría calificada en las Cámaras, pondrán en la mira la disputa de escaños y curules.
Morena y sus aliados, dicho en voz de Gerardo Fernández Noroña, uno de los voceros de Sheinbaum Pardo, tendrán como principal objetivo ganar el Congreso de la Unión al dar por sentado que la Presidencia está amarrada.
¿Por qué es importante el Congreso para Morena y la Cuarta Transformación? Por un ambicioso paquete de reformas constitucionales que propuso de última hora el presidente Andrés Manuel López Obrador y que requieren la mayoría calificada para ver la luz y que, por lo tanto, necesitan tener a los partidos de oposición fuera del mapa legislativo.
“El reto para los partidos de oposición es definir con claridad su proyecto político, es precioso decir que sólo han dicho que lo actual no sirve y que se debe virar, pero no hay más. Este periodo debe servir para ello”, añadió Sánchez.
Por ejemplo, para el Senado de la República se elegirán 64 curules por el principio de mayoría relativa; 32 más por el principio de representación proporcional y 32 por primera minoría.
En la presentación de su equipo de campaña, Sheinbaum Pardo elevó la apuesta y dijo que los morenistas y sus aliados pelearán por ganar las tres senadurías en los estados más importantes como Sonora, Sinaloa o San Luis Potosí.
En tanto, para la Cámara de Diputados se elegirán a 300 diputados por el principio de mayoría relativa más 200 diputaciones por representación proporcional.
En ese sentido, Gálvez Ruiz afirmó que es importante que el Congreso de la Unión sea diverso aunque con Joaquín López-Dóriga reafirmó la necesidad de tener un Poder Legislativo de su lado.
“La arena de la disputa será más interesante en la configuración de las Cámaras porque más allá de quién gane la Presidencia, será el Congreso, una mayoría, la que determinará el curso de muchas políticas del próximo gobierno”, comentó Alfonso Lara, especialista en temas políticos por el Tecnológico de Monterrey.
En este proceso electoral 95 millones de mexicanos estarán en posibilidades de votar, de acuerdo con la Lista Nominal de Electores del Instituto Nacional Electoral (INE).
El narcotráfico juega en las elecciones
Tras el reciclaje de diversas investigaciones hechas por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en las que se documentan posibles nexos entre colaboradores cercanos, incluso los hijos del presidente López Obrador con el narcotráfico, la antesala de las campañas electorales ha girado en torno a la injerencia del crimen organizado en el proceso electoral mexicano.
A esta narrativa, que ha sido desmentida por el propio gobierno federal y el de Estados Unidos, se suma una docena de asesinatos de aspirantes a un cargo político, en la mayoría de los casos, atribuibles a las organizaciones delictivas.
La incursión de las bandas del narcotráfico como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), el Cártel de Sinaloa, La Familia Michoacana además de una decena de sociedades delictivas en el proceso comicial marcarán la tónica del debate en materia de seguridad.
Tal ha sido el posicionamiento de este fenómeno, que las autoridades electorales, específicamente el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) alertaron que la injerencia es real y que, sin duda, incidirá en el actual proceso e incluso tener mayor fortaleza en 2030.
“Hay un problema, hablemos del problema, busquemos soluciones, ¿o nos vamos a conformar con tener una narcodemocracia, a que existan narcoelecciones? ¡No!, lo que tenemos que buscar es qué podemos hacer las personas de bien para solucionar este tema”, afirmó el magistrado Felipe de la Mata Pizaña a principios de este año.
Una de las formas en las que se manifiesta la mano de las bandas del crimen durante las contiendas electorales es asesinando a candidatos de diversas corrientes políticas para imponer, en algunos casos, su ley y sus hombres.
Este año, no da buenos indicadores en materia de violencia política pues hasta el momento 12 aspirantes a un cargo de elección popular han sido asesinados de acuerdo con un conteo realizado por Grupo Fórmula. Además, se han registrado 394 eventos relacionados con este tipo de violencia desde que empezó el proceso electoral actual, en junio de 2023 con la selección anticipada de candidaturas.
Tan sólo en el proceso electoral de 2021, de acuerdo con del Indicador de Violencia Política en México realizado por la consultora Etellekt, registró el asesinato de 91 políticos, de los cuales 31 eran candidatos para gobernar municipios y un 90 por ciento eran opositores al gobierno local en turno.
Parte de estos homicidios se están dando en algunos estados de la República donde se renovarán las gubernaturas tales como: Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán.
Continúa leyendo aquí: ¿Por qué las elecciones son importantes para el crimen organizado?
Homicidios y violencia política, la otra cara de las elecciones
La violencia político-electoral es uno de los problemas que más preocupa de los comicios de este año, pues en algunos municipios ha provocado que no haya candidatos o candidatas por miedo.
Y es que este tipo de violencia se mantiene al alza, según los registros que realizan distintas organizaciones, como Data Cívica. Un ejemplo de ello es que enero fue el más violento, hasta ahora, si se compara con el mismo mes de 2018 y 2021, años en los que también hubo elecciones locales.
Otra vertiente de esta problemática es que el 80 por ciento de las víctimas de violencia político-electoral se concentran a nivel municipal, debido a que es donde suelen realizarse acuerdos entre grupos criminales y autoridades.
A pesar de esto, el INE excluyó a los aspirantes de este nivel en su plan de protección para candidatos y candidatas. Aunque la violencia político-electoral va en aumento y es probable que este 2024 sea el más letal, dado que están en juego más de 20 mil cargos, no es un problema que inició en este sexenio.
Continúa leyendo aquí: La otra cara de las elecciones: Homicidios de candidatos y violencia política detrás de las urnas
¿Se tambalea el bastión de la izquierda? El viraje de la CDMX
En la antesala del proceso electoral en la Ciudad de México que renovará la jefatura de Gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en el pasado ha criticado “el aspiracionismo de las clases medias”, sentenció que la capital, que él gobernó de 2000 a 2006, y que está por cumplir 24 años bajo el control de la izquierda, está “emPANizándose”.
“Esto es también un llamado para la gente de la capital que no estaba así, esta era una ciudad de avanzada, siempre lo fue, y ahora se ha venido empanizando, hamburguesando (sic), derechizando”, sostuvo el mandatario.
“Antes estaba muy localizado en (colonia) Del Valle, ni siquiera quiero decir que la delegación Benito Juárez, en la Del Valle había más conservadurismo que en Las Lomas, pero ahora se extendió”, lamentó.
Desde 2021, la permanecia de Morena en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento parece cada día estar en mayor riesgo pues en la elección intermedia, la izquierda perdió el control de 6 alcaldías, entre ellas, bastiones como la Cuauhtémoc o Álvaro Obregón.
Gran parte del discurso de derrota del jefe del Ejecutivo federal fue atribuirle a las clases medias el resultado y su ambición por tener más en lugar del bien colectivo.
Hoy, la capital del país está en disputa por Santiago Taboada, candidato de la alianza Va por la CDMX, del PAN, PRI y PRD, quien también libra una batalla legal con la Fiscalía General de Justicia por el cártel inmobiliario en la alcaldía Benito Juárez, que ha gobernado en dos ocasiones.
También juega, Clara Brugada, candidata de Morena, PT y PVEM y Salomón Chertorivski, de Movimiento Ciudadano.
La diferencia entre los dos primeros candidatos es de sólo 16 por ciento lo que ha motivado a la oposición a incluir a personajes del panismo como el exsecretario de Hacienda, Ernesto Cordero y Roberto Gil Zuarth, en el equipo de campaña de Taboada.
Y aunque Brugada y Martí Batres, hombres duros de Morena, han minimizado el viraje político de la última elección, el candidato opositor panista se ha envalentonado para posionarse en los sondeos.
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Con información de Aseneth Hernández, Antonio Solorio, Miriam Meza y Emmanuel Carrillo