El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, dijo que el presunto financiamiento del narcotráfico a la campaña presidencial del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador, en 2006, “es caso cerrado”.
De acuerdo con el reportero Israel Aldave, el diplomático respondió así luego de ser cuestionado por la prensa sobre el tema en el Senado de la República, donde se reunió con legisladores.
El lunes pasado, la Canciller Alicia Bárcena aseguró que la asesora de seguridad de la Casa Blanca, Elizabeth Sherwood-Randall, informó al propio AMLO sobre el 'carpetazo' al asunto.
"La asesora de seguridad de la Casa Blanca le dijo al presidente que este es un tema cerrado para ellos ya que ocurrió en 2006 y todas las investigaciones que hicieron en Estados Unidos fueron cerradas sin encontrar un tipo de delito ni consecuencia de ello", puntualizó Bárcena.
Hace unos días el medio ProPublica publicó un reportaje sobre supuestas aportaciones del narcotráfico a la campaña presidencial de AMLO del 2006, lo cual fue negado por López Obrador, quien incluso retó al reportero Tim Golden a asistir a su conferencia mañanera para hacerle unas preguntas y aclarar el tema públicamente.
Reportaje es una venganza, dice AMLO
El presidente López Obrador afirmó el miércoles que el reportaje sobre el presunto apoyo que recibió del narcotráfico en 2006 es una “venganza” de la Agencia Antidrogas (DEA, en inglés) para afectarlo tras la reapertura del caso del magnicidio del candidato presidencial Luis Donaldo Colosio.
“Lo relaciono con una venganza para afectarnos en épocas electorales y porque se tocó un tema bastante delicado (el magnicidio de Colosio)”, dijo el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
El gobernante señaló que la “venganza” ocurre por la reapertura de la investigación del asesinato de Colosio, el 23 de marzo de 1994, en el que la Fiscalía General de la República (FGR) afirmó en enero pasado que existió un segundo tirador que era agente de inteligencia del Gobierno de Carlos Salinas de Gortari (1988-1994).
La FGR también implicó al exsecretario de seguridad (2006-2012), Genaro García Luna, preso en Estados Unidos por hechos de corrupción y narcotráfico y quien trabajaba en el extinto Centro Nacional de Inteligencia (Cisen) cuando ocurrió el magnicidio.
“Ese es el tema, pero yo no imaginaba que los iba a poner tan molestos”, zanjó AMLO. _Con información de EFE