Diego Morales era un niño como cualquier otro, pero su vida tuvo un trágico desenlace cuando murió por una bala perdida, ante la violencia que azota a Morelos.
De acuerdo con medios locales, el menor, de 11 años, salió el lunes pasado de su domicilio en el municipio de Yautepec para ir a comprar tortillas junto con su madre, pero mientras se encontraban en la avenida Paseo Tlahuica se desató una balacera entre un grupo armado que disparó contra un hombre.
Pese a que Diego intentó resguardarse una de las balas lo impactó, por lo que perdió la vida.
El hecho consternó a la sociedad, quienes condenaron los hechos en redes sociales.
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Asimismo, la primaria “Miguel Hidalgo”, donde estudiaba Diego, lamentó los hechos y lo recordó como un niño alegre y que le gustaba ayudar a los demás.
“Lamentamos profundamente tu partida. Tu recuerdo vivirá eternamente en nuestros corazones. Tus familiares, amigos y maestros siempre te recordaremos con amor”, se lee en la cuenta de Facebook de la escuela.
La Fiscalía General de Morelos abrió una carpeta de investigación para dar con los responsables. Sin embargo, hasta el momento no hay detenidos por los hechos.
Diego, promotor de la paz y los derechos infantiles
Diego cursaba el sexto grado y recientemente había participado con un dibujo en un concurso cuya temática era la paz y los derechos de los niños, en el cual resultó ganador.
Su dibujo promovía el derecho de los niños a la salud a través de una ilustración donde una enfermera atendía a un niño bajo el lema: “Tengo derecho a la salud y a la atención médica gratuita”.
En memoria de Diego, el Museo Centro Cultural del Chinelo en Yautepec exhibirá su dibujo ganador junto a un moño negro, como una denuncia de la violencia que afecta a la entidad.
Despiden a Diego y exigen justicia
En medio de flores blancas, veladoras y canciones, familiares, amigos y compañeros dieron el último adiós a Diego en Morelos.
Además, decenas de personas salieron a marchar por calles de Yautepec para exigir justicia y paz.
“Justicia para Diego, ni uno más”, lanzaron como consigna, además de que portaban carteles con mensajes como: “Adiós amiguito”, “Te extrañaremos” y “Besos hasta el cielo”.
La familia de Diego colocó una manta en el kiosko de la cabecera municipal donde exigió frenar la política de “abrazos, no balazos”. Mientras que su padre, Arturo, llamó a tomar acciones contra el crimen organizado.
“¡No queremos más partidos políticos! Ya basta de abrazos y besos a los delincuentes. Hoy fue mi hijo de 11 años, mañana pueden ser ustedes”, se lee en la manta.
“Lamentablemente, tengo muchos amigos aquí que también les han matado hijos. Espero que esto mejore porque nadie les hace nada a los delincuentes. Yautepec, Morelos y todo México lo estamos perdiendo; sabemos quién mata, quién vende, quién cobra piso. Somos muchísimos los buenos, véanse, somos más, poca gente ya nos puso el pie en el cuello, pero ninguno hacemos nada. Mi Diego merece que se haga algo”, expresó el papá del menor.
