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Carta de AMLO a Morena: revelan su último mensaje; les pidió unidad y no caer en vicios

La carta del expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) fue publicada por Morena en sus redes sociales.

Esta fue la carta que dejó el expresidente AMLO a Morena, donde les pidió mantener la unidad. Créditos: Especial
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Morena hizo pública la última carta que el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) dejó al partido antes de abandonar la presidencia, el pasado 30 de septiembre. En la misiva les pide que siempre antepongan "el interés de México" antes que los afanes y las rencillas personales, aparte de que enlista los logros de la Cuarta Transformación. 

La carta escrita por el expresidente AMLO fue publicada en el número más reciente de Regeneración, que es el órgano de difusión de Morena. "Antes de concluir su cargo, dejó una carta a la militancia, invitándonos a seguir luchando por un país más justo y equitativo", anunció el partido político a través de sus redes sociales.

¿Qué es lo que dice la carta de AMLO? .

Me da una gran alegría mandarles este saludo ahora que nuestro México está por terminar la etapa inicial de la Cuarta Transformación y por empezar un nuevo periodo para consolidar lo que hemos logrado, que es mucho más de lo que algunas y algunos de ustedes imaginaron cuando empezamos a caminar juntos. 

Muy pocas veces en la historia, o tal vez nunca, un partido político había conseguido producir cambios tan profundos, extendidos y perdurables, y hacerlo de manera pacífica, democrática y legal, sin romper un sólo vidrio y sin perder la dignidad ni traicionar nuestros principios. 

Construimos esta hazaña tocando puertas, cabezas y corazones; informando y organizando; trabajando incansablemente en todo el territorio nacional; escuchando al pueblo y a cada persona; apelando a los buenos sentimientos, a la generosidad y al patriotismo de la gente.

No me desanimaron el sol inclemente ni los aguaceros ni la indiferencia de muchos, ni tampoco las feroces campañas de difamación lanzadas en nuestra contra por la mayoría de los medios. Ni las trampas ni las artimañas con las que la mafia que se había apoderado de México saboteaba nuestros eventos o lanzaba provocaciones. 

Empezamos a luchar casi sin recursos, provistos sólo de voluntad, esperanza, convicción y amor a nuestra patria. Y en unos pocos años logramos alcanzar la presidencia para iniciar una transformación que ya está en la historia. 

Hoy Morena es por mucho la principal fuerza política del país. Gobierna dos tercios de las entidades federativas y en junio volvió a ganar la elección presidencial, incluso con más votos de los que recibimos en 2018. Imaginen qué orgullo sentí al constatar que la obra de este gobierno no sólo no nos había restado votos, como suele ocurrir por el llamado desgaste del poder, sino que nos había sumado muchos más.

Pero esos votos no sólo se debieron a las conquistas sociales, los avances políticos, la fortaleza económica, las obras realizadas y la revolución de las conciencias que emprendimos desde abajo y entre todos, sino que fueron también fruto de la trayectoria y del trabajo de la doctora Claudia Sheinbaum. Una luchadora social, académica, científica, dirigente política, funcionaria y gobernante excepcional. Talentosa, bien preparada, mujer de convicciones y de buen corazón.

El dos de junio México eligió con casi 36 millones de sufragios a nuestra compañera Claudia, a quien en unos días entregaré la banda presidencial. Será la primera presidenta de la historia de México y eso es un logro de ella y de nosotros. Retomará nuestra labor transformadora y tengo la certeza de que lo hará con gran capacidad, con absoluta dedicación y con honestidad. Cuánta satisfacción siento con ese relevo. Les pido que la acompañen en la difícil tarea de gobernar, con la misma lealtad, con el mismo cariño y con el mismo entusiasmo que tuvieron para conmigo.

 Amigas y amigos de Morena, me retiro de la política, de la vida pública y de la militancia partidaria con un enorme agradecimiento al pueblo y, en particular, a ustedes, mis compañeras y compañeros, que con tanta convicción me sostuvieron y me ayudaron como dirigente y gobernante.

Mi tarea está por concluir en unos días, pero este gran partido tiene mucho camino por delante. Antepongan siempre el interés de México y las necesidades de la gente a los afanes y las rencillas personales. Fortalezcan la hermandad, el compañerismo y la institucionalidad en el partido.

Mantengan siempre la unidad, la humildad y la honestidad. No permitan que los antiguos vicios y perversiones de la política florezcan en nuestras filas. Eviten la prepotencia, la búsqueda del poder por el poder, la soberbia, la corrupción, el nepotismo y el sectarismo. No roben, no mientan, no traicionen nunca al pueblo y sigan construyendo la nación soberana, democrática, justa, libre y amorosa que imaginamos cuando empezamos nuestro caminar. 

Muchas gracias y hasta siempre.