El Senado aprobó una reforma que prohíbe el uso de vapeadores, sin embargo, esta medida no beneficia a la salud pública, sino beneficia a organizaciones criminales como la Unión Tepito y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que están detrás de este negocio.
"El mercado completito, de hasta 40 mil millones de pesos, se lo van a entregar a los cárteles de droga, al crimen organizado de Tepito, el Cártel de Sinaloa y de Jalisco son los dueños de las maquinitas que venden los vapeadores", dijo el senador Ricardo Anaya durante la discusión de dicha reforma.
De acuerdo con el periodista Eduardo Ruiz Healy, la Unión Tepito y el cártel liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, 'El Mencho', controlan la importación y distribución de vapeadores ilegales, por lo que ahora la reforma sólo fortalecerá el mercado negro y fomentará la violencia criminal.
“(Los grupos criminales) Aprovechan rutas de contrabando desde Asia, principalmente China, para introducir productos que carecen de regulación sanitaria y a menudo contienen sustancias aún más peligrosas”, acusó el periodista en su artículo de opinión titulado ‘Prohibir vapeadores beneficia a delincuentes y fomentará más violencia’.
Vapeadores, oportunidad de negocio para el CJNG y la Unión Tepito
A través de la reforma a la Ley de Impuestos Generales de Importación y de Exportación, quedaron prohibidos los vapeadores en 2020, pero un año después la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) declaró inconstitucional la medida.
El expresidente Andrés Manuel López Obrador presentó una propuesta de reforma a principios de 2024 para prohibir la venta de vapeadores y fentanilo a nivel constitucional, por lo que organizaciones criminales aprovecharon esta oportunidad para incursionar en el negocio.
Ahora la Unión Tepito y el CJNG adquieren los vapeadores en China y en México ofrecen “alternativas mucho más baratas”, dijo el periodista Óscar Balmen, especialista en Seguridad.
“El crimen organizado se ha dado cuenta que es un producto que tiene mucha popularidad en redes sociales, y sobre todo con adolescentes, que no les gusta el tabaco porque huele mal, porque les apesta la ropa, porque ya no es tan cool fumar, por eso prefieren un vapeador”, dijo el periodista.
En entrevista para Milenio, Balmen señaló que la venta clandestina de vapeadores deja ganancias de hasta 5 mil millones de pesos anuales a las organizaciones criminales, que les permite adquirir más armas y financiar más grupos criminales.
Por lo anterior, Ruiz-Healy comenta que la solución no es prohibir la venta de vapeadores –que generan adicciones y graves problemas para la salud- sino regularlos y educar a la población sobre sus riesgos.
