Los gobiernos de México y Estados Unidos llegaron a un acuerdo destinado a garantizar un suministro más regular de agua de territorio nacional hacia el vecino país del norte, informaron este sábado ambas naciones, tras un largo periodo de tensión por un tratado sobre el recurso hídrico de décadas de antigüedad.
El nuevo convenio de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA), que supervisa el tratado de 1944, proporcionará a nuestro país "herramientas y flexibilidad" para la entrega del líquido, de acuerdo con un comunicado de la sección estadounidense de CILA.
Estados Unidos y México han tenido disputas sobre el tratado de 1944, que fue diseñado para asignar recursos hídricos compartidos.
Según el pacto, México debe enviar 1.75 millones de acres-pie de agua desde el Río Bravo (Grande) a su vecino del norte durante cada ciclo de cinco años, para abastecer a los agricultores estadounidenses con riego crítico. Sin embargo, no ha cumplido plenamente con sus compromisos en los últimos tiempos, en medio de una de las sequías más graves en casi tres décadas.
La sección mexicana de CILA dijo en su propia declaración que la medida brindaría mayor "confiabilidad y predictibilidad" en las entregas de agua a los usuarios de ambos países, establecería nuevos grupos de trabajo y mejoraría la calidad del agua en la cuenca del Río Brevo.
La nueva medida fue el resultado de 18 meses de negociaciones, afirmó la sección estadounidense de CILA.