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El fantasma del asalto al Capitolio: Washington, cuartel de Harris, es un búnker

Joaquín López-Dóriga y su equipo documentó que negocios y dependencias federales están amuralladas para evitar actos violentos.

Washington D.C. permanece blindado ante posibles disturbios por resultados electorales. Créditos: Especial
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El fantasma del asalto al Capitolio del pasado 6 de enero de 2021 por parte de simpatizantes del presidente Donald Trump en rechazo al triunfo del demócrata Joe Biden, ha hecho que durante la jornada de este 5 de noviembre la ciudad de Washington D.C., y donde la vicepresidenta Kamala Harris tiene sus cuárteles generales en la Universidad de Howard, esté blindada ante cualquier disturbio. 

Así lo reportó el equipo de Grupo Fórmula, encabezados por Joaquín López-Dóriga, quienes están desplegados en diversos puntos de la capital estadounidense y que han podido documentar el "amurallamiento" de negocios, sedes de dependencias federales, como la sede del Congreso, así como la Casa Blanca. 

"Todavía existe el trauma en Washington de lo que fue el 6 de enero de hace cuatro años, porque el 6 de enero es la fecha en que el Senado proclama al próximo presidente de Estados Unidos entonces fue la toma del Congreso por parte de los trompistas en algo que nunca se había visto", narró López-Dóriga desde el Capitolio. 

Donald Trump, el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, ha dicho que reconocerá el resultado de la elección siempre y cuando sean justos, lo que ha abierto los rumores de que no aceptará datos adversos a su candidatura y en tanto motivar que sus seguidores realicen acciones violentas. 

"Aprendieron las autoridades estadounidenses, de la ciudad de Washington, porque hoy en día la Casa Blanca y el Congreso están blindados, tienen una muralla en frente (...) es una situación de alerta, de emergencia, aquí en Estados Unidos si conocemos que Kamala Harris será la presidenta", contó el periodista. 

¿A qué hora se conocerán los resultados?

Es tradición que las principales cadenas de televisión vayan pintando en un mapa del país los diferentes estados de color azul demócrata o rojo republicano en función del candidato que dan por ganador, hasta que se produce un momento catártico cuando las matemáticas les permiten proyectar quién será el próximo presidente.

El anuncio se produce antes de que los estados hayan terminado el escrutinio de miles de votos. Entonces, ¿por qué son los medios de comunicación los encargados de declarar al ganador?

En las presidenciales, cada uno de los 50 estados y el Distrito de Columbia entregan al ganador un número determinado de delegados en función de su población y el candidato que coseche 270 se convierte en mandatario.

Pero cada estado tiene su propio entramado de reglas para el escrutinio, el voto por correo y el horario de las mesas de votación, de manera que para conocer los resultados oficiales y definitivos deben pasar varias semanas.

De esta forma, varias autoridades electorales estatales han advertido que podrían pasar varios días antes de que se conozca el resultado final debido a lo ajustado de la contienda. Por ejemplo, en el condado de Maricopa, donde vive la mayor parte del electorado de Arizona, funcionarios locales estiman que el conteo podría tardar de 10 a 13 días.

En 2020, Estados Unidos. tuvo que esperar cuatro días desde el cierre de los colegios hasta que Joe Biden fue declarado ganador. El proceso fue más lento de lo habitual por dos razones: la pandemia provocó un aumento del voto anticipado, que requiere más tiempo de procesamiento, y la participación fue especialmente alta con 158 millones de votantes, casi 22 millones más que en 2016.

En Estados Unidos, no existe una autoridad electoral central, por lo que los grandes medios de comunicación del país vecino, que tienen equipos que van analizando los datos de cada estado, son los que declaran a los vencedores.