Se consumó: pese a las dudas que flotaban por encima de Rosario Piedra Ibarra, logró ser reelecta como titular de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) por el pleno del Senado de la República, en medio de una votación polémica en el Senado y con el pesar de activistas y organizaciones sociales especializadas en la materia.
Con 87 votos a favor, los legisladores aprobaron que la funcionaria continúe al frente del organismo por un segundo periodo que concluirá hasta el 2029. Esto pese haber sido la peor evaluada de todas y todos los aspirantes que se postularon para el cargo, lo que derivó en que la oposición y activistas acusaran una simulación.
Durante su primer periodo como titular de la CNDH, Rosario Piedra, hija de la histórica Rosario Ibarra de Piedra, excandidata presidencial y líder en la lucha de los Derechos Humanos, luego de una vida dedicada a buscar a su hijo, desaparecido en la Guerra Sucia, se caracterizó por una gestión discreta y con poco protagonismo, así como por haber partidizado al organismo autónomo y haberlo alineado al Poder Ejecutivo.
Destaca que, por ejemplo, lejos de emitir recomendaciones a instituciones de seguridad pública, sí intentó actuar contra el Instituto Nacional Electoral (INE), al cual pidió reformar en tiempos donde Lorenzo Córdova tenía constantes choques con el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Otro síntoma de la morenización de la Comisión, fue haber colocado en la nómina a ocho personas afiliadas o vinculadas a Morena, las cuales reciben sueldos de hasta 98 mil pesos, de acuerdo al portal Animal Político.
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Esta actitud de alinearse a las directrices y la agenda del Ejecutivo provocó conflictos entre ella y el Consejo Consultivo de la CNDH, el cual renunció en su totalidad en octubre de 2023 como protesta en contra de su gestión.
La discreción y falta de visibilidad de la Comisión bajo su mando contrastó con la intensidad de las masacres por parte del crimen organizado, desapariciones forzadas por parte de los cárteles, asesinatos de periodistas, así como agresiones de las autoridades de seguridad a ciudadanos mexicanos y extranjeros: la más reciente, un escándalo en donde un grupo de soldados estuvo a punto de matar a un inocente en Culiacán.
El Centro Pro de Derechos Humanos y varias organizaciones repudiaron que Piedra, pese haber sido la peor evaluada en el nuevo proceso para renovar la CNDH, haya sido reelecta para el cargo: "Lamentamos la reelección de la persona titular de la CNDH. Se premia indebidamente una gestión caracterizada por el debilitamiento institucional, la inacción y la pérdida de autonomía", enfatizó la ONG.
¿Quién es Rosario Piedra Ibarra?
María del Rosario Piedra Ibarra es una psicóloga, activista, expolítica y funcionaria mexicana e hija de la reconocida activista y fundadora del Comité ¡Eureka!, Rosario Ibarra de Piedra.
Es licenciada en psicología por la Universidad Autónoma de Nuevo León y tiene una maestría en Psicopedagogía por la Escuela de Ciencias de la Educación.
En 2018 incursionó en la política cuando fue postulada a diputada federal para el Distrito 10 de Nuevo León por Morena, pero no fue electa. También fue secretaria de Derechos Humanos del Comité Ejecutivo Nacional de este partido.
Un año después, el 16 de noviembre de 2019 fue elegida como presidenta de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Un proceso que se dio en medio de protestas por parte de los senadores de oposición, debido a supuestas irregularidades en el proceso de votación.
Durante su gestión, Rosario Piedra Ibarra se ha enfrentado a diversas polémicas, entre las que destaca la toma de oficinas de la CNDH en el centro histórico por parte de colectivas feministas, la cual se prolongó por dos años, del 2020 al 2022; y su reciente adhesión a la terna del Senado para la titularidad de la CNDH pese a que obtuvo el último lugar de las personas evaluadas.
A estas se suma que para buscar su reeleción al frente del organismo, Piedra Ibarra uso una carta falsa del monseñor Raúl Vera López, obispo emérito de Saltillo, quien se deslindó de la misiva en la que supuestamente le daba su apoyo.
Su reelección, que trató de ser impedida por diversas organizaciones y activistas, incluido el propio Comité ¡Eureka! fundado por su madre, se dio en medio de tensiones morenitas, pues no todos al interior del partido guinda querían elegirla para un nuevo periodo de cinco años.