Este 9 de octubre se cumple un mes desde que iniciaron los enfrentamientos entre “Los Chapitos” y “Los Mayos”, ambas facciones del cártel fundado por Ismael “El Mayo” Zambada y Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Sinaloa. Lo que ha provocado un incremento de la violencia e inseguridad en la entidad.
Desde el pasado 9 de septiembre y hasta el 6 de octubre se han registrado más de 150 homicidios en la entidad a causa de la “guerra” entre ambos grupos.
Las desapariciones también se han convertido en una constante en el estado, la cifra incluso rebasa la de los asesinatos. El colectivo de búsqueda Sabuesos Guerreras informó que durante septiembre se registró una cifra récord de 210 personas desaparecidas, la cual representa más del triple de las que documentaron en agosto, cuando hubo 68.
Este colectivo se encarga de recibir denuncias ciudadanas y publicarlas en redes sociales con fichas de búsqueda que sus integrantes elaboran. Por este motivo suelen tener un registro mayor que la Fiscalía General del Estado de Sinaloa y que la Comisión Estatal de Búsqueda, pues los familiares no siempre denuncian por miedo.
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El robo y despojo de vehículos también es una constante en la entidad, sobre todo de camionetas de lujo. Algunos los usan para realizar bloqueos en vialidades y otros no. A esto se añade que algunos comerciantes han denunciado una ola de secuestros exprés por los que pagan hasta 100 mil pesos de rescate.
El conflicto entre ambas facciones comenzó después de que “El Mayo” y Joaquín Guzmán López fueron detenidos en Estados Unidos el 25 de julio, luego de que el hijo del “Chapo” engañó a Zambada García para reunirse, lo privó de su libertad y se lo llevó contra su voluntad a ese país.
Tal y como detalló “El Mayo” en una carta que hizo pública a través de uno de sus abogados, información que la Fiscalía General de la República (FGR) confirmó después, pero ¿qué hay detrás de la “guerra”?, ¿fue causada por esta traición?, ¿y por qué no han logrado detenerla a pesar del envío de las Fuerzas Armadas?
¿Qué hay detrás de la "guerra" entre "Chapitos" y "Mayos"?
Sobre la primera pregunta, el especialista en seguridad David Saucedo explicó en entrevista con Radio Fórmula Digital que “El Mayo” intentó implementar una especie de pax narca entre las facciones del Cártel de Sinaloa con su misiva y aunque al principio lo logró, la confrontación finalmente comenzó a partir del 9 de septiembre.
Los enfrentamientos empezaron en Culiacán y después se extendieron a otros municipios del estado, así como a Sonora, Nayarit y Baja California, de acuerdo con el especialista.
Esto es consecuencia de que ambas facciones buscan asumir el control de territorios que eran compartidos entre “Los Mayos” y “Los Chapitos”.
El analista señaló que con este conflicto interno se busca la definición de nuevas fronteras y desaparecer las zonas mixtas o compartidas para que un sólo grupo las controle.
Es en las zonas mixtas donde la carta para traficar drogas y tener narcolaboratorios era libre, incluso las autoridades cooptadas operaban a favor de ambas facciones. En estos lugares es donde se concentran los homicidios y es uno de los motivos por los que dejan símbolos, como sombreros o pizzas, para enviarse mensajes entre sí.
“Lo que se están disputando no son los territorios propiamente que ya estaban en posesión de uno u otro bando, sino los territorios que eran tierra de todos o en este caso ya son tierra de nadie porque había zonas compartidas en tanto que seguían siendo parte de un mismo Cártel”, sostuvo.
Saucedo señaló que se podría hablar de una confrontación directa entre “Los Mayos” y “Los Chapitos” por arrebatarse territorios cuando se registren ataques directos contra zonas de dominio o propiedades que pertenecen a cada facción; sin embargo, esto no ha sucedido.
¿Por qué Culiacán es el epicentro de la “guerra” entre “Chapitos” y “Mayos”?
Culiacán es uno de los municipios de Sinaloa más afectados por las disputas entre “Chapitos” y “Mayos”, pero ¿por qué? La ciudad es una de las zonas compartidas entre ambas facciones del Cártel, este es el motivo principal por el que se convirtió en el epicentro de esta violencia.
“Culiacán tiene esta característica, lo mismo que otras ciudades, había una transferencia de saberes”, indicó el especialista.
La fractura de la paz provocó que las autoridades que están coludidas con el Cártel de Sinaloa tengan que escoger un bando, de acuerdo con Saucedo. Lo que se deriva de que en Culiacán hay una gobernanza criminal, por lo que los alcaldes llegan al poder con la aprobación de este grupo. Lo mismo sucede con los gobernadores del estado.
El gobernador actual de Sinaloa, Rubén Rocha, fue señalado en la carta del “Mayo”, el narcotraficante aseguró que el día de su captura iba a reunirse con él y con el político Héctor Melesio Cuén, quien fue asesinado ese día, para arreglar diferencias entre ambos.
No obstante, Rocha se deslindó de este señalamiento y argumentó que ese día viajó a EU para reunirse con uno de sus sobrinos. A pesar de esto hay varias incógnitas sobre el viaje del gobernador que hasta ahora no han sido resueltas. El gobernador negó tener relación con el narco en entrevista con Pepe Cárdenas para Grupo Fórmula y dijo que no ha recibido dinero ni es subsidiario del Cártel de Sinaloa.
Una oportunidad para el CJNG
El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) es rival principal del Cártel de Sinaloa y el conflicto entre “Chapitos” y “Mayos” podría ser una oportunidad para la agrupación que lidera Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Este fue uno de los motivos por los que “El Mayo” intentó establecer una pax narca después de su captura. David Saucedo indicó que el cártel de las cuatro letras, como también se le conoce, podría usar la división interna que hay para embestirlo y arrebatarles de territorios o hacer una alianza con alguna de las dos facciones para atacar a la otra.
El gobierno de EU previó esta situación, destacó el analista de seguridad, y este fue el motivo por el que aceleró los procesos judiciales en contra de integrantes del CJNG que están encarcelados en ese país, tal y como sucedió con Rubén Oseguera González, hijo del “Mencho” y quien fue declarado culpable de varios cargos de narcotráfico.
No se trata de una "guerra" declarada entre "Mayos" y "Chapitos"
David Saucedo detalló que no se trata de una guerra declarada para destruirse entre ambas facciones y aún no hay señales de que los altos mandos de cada facción hayan dado esta instrucción.
El especialista dijo que el homicidio de mandos policiales, tanto estatales como municipales, sería la señal de que “Chapitos” y “Mayos” buscan destruirse.
“En el momento en el que sean asesinados elementos de Seguridad Pública, ya sea estatales o municipales, ahí sería el punto en el que tendríamos claridad de que ya finalmente están destruyéndose los anillos de protección con los que cuentan ambos ambos grupos, ese para mí sería un indicio”, destacó.
A la par habría un incremento de la violencia, como ha ocurrido en Guanajuato, y esta no sólo se desplegaría en Sinaloa, sino que se extendería hasta aquellos estados donde hay presencia de las dos facciones.
Otra de las señales de una “guerra” declarada sería que la facción del “Mayo” tomara algún tipo de represalia contra “Los Chapitos” por la detención del capo, pero hasta ahora no hay registro de que esto haya ocurrido. Por el momento se trata de una confrontación para redefinir el control de territorios, mencionó, y prevé que va a continuar.
Visita del gabinete federal a Sinaloa fue simbólica
El pasado 8 de octubre el secretario de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SSPC), Omar García Harfuch, visitó Sinaloa, junto con el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Ricardo Trevilla, para reunirse con el gobernador y realizar una reunión de seguridad.
A pesar de que se acordó el reforzamiento de elementos de la Guardia Nacional y el Ejército, David Saucedo consideró que se trató de una visita simbólica.
“Lo que le apuesta el gobierno federal es a que haya un entendimiento entre ambos grupos del crimen organizado, no lo digo yo, lo dijo el general [Jesús Leana Ojeda], que hace poco declaró que la paz no dependía de las autoridades federales”, señaló.
El especialista agregó que esa declaración evidenció que el gobierno federal funciona como árbitro y en algunas regiones no combate a los grupos criminales, sino que funciona como garante de acuerdos.
“Lo que están esperando o buscando las autoridades federales es un entendimiento, un arreglo entre ambos grupos, no tanto sancionar, capturar a las cúpulas, lo que buscan en el fondo es una arreglo, una especie de pax narca, que ellos mismos se sienten en la mesa, debe haber nuevos acuerdos para que pueda haber estabilidad en Sinaloa”, concluyó.