La guerra que sostienen los hijos de Joaquín, "El Chapo", Guzmán, con el bando de Ismael, "El Mayo", Zambada, tras su captura en Estados Unidos, presumiblemente por una traición entre ambas familias, ha desencadenado una espiral de violencia en Culiacán, Sinaloa, que ha paralizado la vida de sus habitantes.
El el comercio, las escuelas, el entretenimiento y otras actividades cotidianas para los culiacanenses se han visto afectadas por hechos criminales que han dejado más de 90 muertos, entre los que destacan la del diputado priista Héctor Melesio Cuén, desaparecidos y secuestros másivos.
En un ejercicio de apertura a la comunidad, la reportera Alexandra Figueroa de la Revista Espejo de Sinaloa, recogió los testimonios de jóvenes de la entidades quienes manifestan su sentir respecto a la cruda inseguridad y violencia que se vive en la entidad tras el arresto del legendario líder del Cártel de Sinaloa.
La guerra entre "Chapitos" y "La Mayiza" estalló el pasado 9 de septiembre con el asesinato de nueve personas en la comunidad de La Concordia, las clases se han suspendido y la única forma de asistir al aula es a través de una computadora con conexión a internet.
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Testimonios de la 'guerra'
Por ejemplo, el trabajo periodístico cita el relato de una joven que compartió que por el nivel de violencia que se vive en Culiacán, incluso los refugios ya no se sienten como lugares seguros cuando los "epísodios bélicos" se apoderan de las comunidades.
"Incluso el refugio ya no me otorga sosiego (...) l terror me hizo tirarme al suelo, temiendo que las balas pudieran atravesar las paredes", comparte una joven que decidió mantener su identidad en el anonimato.
Para el estudiante Otoniel Mascareño, la naturaleza de la violencia que se vive en su estado no se registraba desde hacia tiempo y lamentó que, sin estar en pandemia, los estudiantes tengan que volver al "confinamiento", tomar clases en línea, a fin de tener a salvo su integridad, por lo que pidió a las autoridades que asuman el control de la situación y regresen la tranquilidad a los ciudadanos.
La Sociedad Sinaloense pide que el gobierno proceda adecuadamente, para poder volver a la normalidad, donde podías salir cualquier día de la semana a ir a una plaza comercial sin preocuparse si volverías con bien a tu casa", apuntó.
Otro testimonio que recoge la Revista Espejo es el de una estudiante anónima que siente impotencia de que en otros lugares de México los jóvenes puedan desarrollar su vida sin ningún inconveniente y para los sinaloenses ese término esté cada día más lejos de ser una realidad.
"He de confesar la impotencia que siento sobre todo cuando veo a personas de otros estados de México haciendo su vida normal, pero para nosotros la normalidad es un concepto que nos es cada vez más lejano", lamentó.
Otro joven, quien también resguarda su identidad, se debate entre ir a la escuela y poner su vida en riesgo o estar en casa en el "confinamiento" impuesto por el crimen a costa de su salud mental y tranquilidad.
Es abrumador estar en casa por mucho tiempo sin poder salir, pero también se siente inseguridad caminar por las calles. Espero que todo acabe pronto, que cada uno de nosotros pueda salir con tranquilidad como antes lo hacíamos y sin miedo de que nos suceda algo.