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INSEGURIDAD

Iglesia se propone para mediar la 'pax narca' en todo el país

Monseñor Ramón Castro, dijo que la Iglesia podría mediar riñas entre cárteles como lo hizo en Guerrero.

La Iglesia dijo que podría actuar de la misma manera que en Guerrero. Créditos: Cuartoscuro.
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Tras el asesinato del padre Marcelo Pérez en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el secretario general del Conferencia del Episcopado Mexicano, monseñor Ramón Castro, indicó que, si el Gobierno lo solicita, la iglesia puede actuar con mediador entre grupos del crimen organizado para frenar la ola de violencia en el país. 

En entrevista con Azucena Uresti para Fórmula Noticias, el religioso consideró que la violencia ha rebasado a las autoridades, no sólo en Chiapas, sino también a nivel federal, por lo que puso sobre la mesa la intervención de la iglesia, papel que ya desempeñaron en Guerrero a inicios del presente año, cuando mediaron las riñas entre La Familia Michoacana, Los Tlacos y Los Ardillos.

“La Iglesia siempre está en la mejor disposición de ayudar, de ser agentes de construcción de paz, pero en Guerrero fue una situación de emergencia por lo que se actuó de esa manera, si alguien nos pide que lo hagamos, lo haríamos con gusto, como otra situación extraordinaria”, reconoció.

Asimismo, consideró que la estrategia de seguridad del administración de la presidenta Claudia Sheinbaum presenta “algunos puntos débiles, pero marca una diferencia” respecto a la del exmandatario Andrés Manuel López Obrador.

“La estrategia de ‘abrazos, no balazos’ no funcionó, fue el sexenio en donde más asesinatos hubo, prácticamente 200 mil (homicidios dolosos), entonces, es evidente que no ha funcionado”,  aseveró.

Así ‘negoció’ la Iglesia con el narco para frenar violencia

El pasado mes de febrero, el padre José Filiberto Velázquez, director del Centro de Derechos Humanos "Minerva Bello", reconoció que él fue quien organizó la reunión entre Los Tlacos y Los Ardillos en Guerrero.

En dicha reunión, los grupos criminales acordaron respetar sus “negocios”, es decir, el comercio de carne, pollo, huevo, abarrotes así como diversas rutas de transporte público.

"El acuerdo (fue) para pacificar Chilpancingo y fue de no agresión y respetarse sus negocios (...) Pues es una economía basada en cuestiones legales manejada por personas que están al margen de la ley", expuso en entrevista con Azucena Uresti.  

Sin embargo, no fue la primera reunión que se había pactado, pues en enero, se dio a conocer que cuatro obispos facilitaron las negociaciones entre los líderes de La Familia Michoacana y Los Tlacos, en la misma entidad, pero en este encuentro no se concretó una tregua.