Luego de estar casi cinco años recluido en los Estados Unidos, el exsecretario de Seguridad, Genaro García Luna, enfrentó una audiencia donde se le dictó sentencia de 38 años por delitos relacionados con el narcotráfico. Sin embargo, el exfuncionario también ha sido ligado al esoterismo, como es el caso del culto a la Santa Muerte y al uso de un artefacto conocido como la ouija maldita.
Genaro García Luna, quien fue secretario de Seguridad durante el sexenio de Felipe Calderón (2006-2012), tuvo varios cargos de manera previa, ya que llegó a formar parte del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen), así como de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI).
El lado oscuro de García Luna
De acuerdo con el periodista Francisco Cruz, en su libro 'García Luna, el señor de la muerte', el exfuncionario llegó a colocar un altar personal dedicado al "Ángel de la Santa Muerte" cuando estuvo al frente de la Agencia Federal de Investigación (AFI), entre los años 2001 y 2006, además de que también lo haría cuando estuvo al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el sexenio calderonista.
El altar del Ángel de la Santa Muerte, ubicado en las oficinas de la SSP, demostraba el esplendor del poder de García Luna", afirma Francisco Cruz, en el ya citado libro.
El exsecretario de Seguridad era creyente del esoterismo "y las fuerzas oscuras del universo", además de la fe que guardaba en la Santa Muerte. Estas creencias, según el periodista, lo llevaron a confiar en un dispositivo de seguridad al que se le atribuían propiedades paranormales y que fue bautizado como 'la ouija maldita'.
La ouija maldita se presentaba como un producto de la más alta tecnología británica. Funcionaba, según se dijo, gracias a los campos paramagnéticos y los campos diamagnéticos (cualquier cosa que eso pudiera significar) que se generaban a partir de plásticos, químicos (...) Supuestamente tenía la capacidad de detectar hasta un nanogramo -una milésima de millonésima de gramo de droga ilegal, cualquiera que esta fuera- de una lista enorme de sustancias", asegura el periodista.
La llamada 'ouija maldita', o GT-200, era un dispositivo que guardaba similitudes con una pistola de silicón, aunque con una antena giratoria. Los fabricantes aseguraban que detectaba droga (o cualquier sustancia ilegal) en un radio de 700 metros y hasta una profundidad de 60 metros.
Y no sólo eso, el dispositivo no usaba baterías, ya que tenía la supuesta capacidad de recargarse con la energía electrostática de la persona. De acuerdo con Cruz, el gobierno de Felipe Calderón adquirió este artefacto a una empresa británica denominada como Global Technical Ltd., cuyo accionista mayoritario era Gary Bolton.
Pese a que hasta 27 de las 31 entidades adquirieron estos dispositivos, así como dependencias del gobierno federal. el GT-200 no tenía respaldo científico ni certificación técnica que avalara su funcionamiento ni la presunta eficacia que le atribuían.
¿De qué se le acusó a García Luna?
Un tribunal de Nueva York encontró culpable a Genaro García Luna por delitos relacionados al narcotráfico, razón por la que recibió una sentencia de 460 meses de prisión: 38 años y cuatro meses. Aparte de que recibió una multa de dos millones de dólares (alrededor de 39 millones de pesos al tipo de cambio actual).
El juez Brian Cogan lo acusó de colaborar con el crimen organizado y por dar un falso testimonio a las autoridades de los Estados Unidos, "No es el responsable directo de cada una de las muertes por el tráfico de drogas, pero sí fue uno de sus grandes facilitadores", aseguró.