Las actividades de los grupos delictivos en México ya no sólo se relacionan con la producción, distribución y venta de drogas, ahora también el narco le 'entró' al negocio de las máquinas tragamonedas.
En 2020 se reveló que, según datos del fiscal estatal Hiram Sánchez Zamora -citados por Zeta Tijuana- en Baja California operaban alrededor de 7 mil de estos aparatos, la gran mayoría sin permisos municipales.
Ahora, en septiembre de este año se aseguraron 163 de estos artículos en 11 cateos realizados en los municipios de Apatzingán y Buenavista, Michoacán.
La Fiscalía General del Estado, el Ejército Mexicano, la Coordinación Nacional Antisecuestro y la Guardia Nacional fueron las autoridades que realizaron el operativo; sin embargo, no se dieron detalles del grupo criminal al que pertenecían dichas máquinas.
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Y a todo esto, ¿por qué están ligadas al narco? De acuerdo con la Dirección de Juegos y Sorteos, las máquinas tragamonedas generan un ingreso aproximado de 600 millones de pesos semanales a nivel nacional.
En el caso de Michoacán, las también conocidas como 'maquinitas' fueron instaladas bajo presión en los negocios. Así pues, el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla apuntó que hay regiones en donde operan de manera ilegal y suelen venderse drogas.
En ese tenor de ideas, también pidió a los Ayuntamientos que clausuren los locales en los que se ubiquen dichos aparatos con el fin de evitar el narcomenudeo y la violencia.
Cuando una máquina tragamonedas es instalada sin autorización de la Secretaría de Gobernación (Segob) se convierte en un acto ilegal ya que están prohibidas por la ley al ser consideradas una fuente de corrupción de menores.
Aunado a esto, el medio Zeta logró confirmar en 2020 que Felipe Eduardo Barajas Lozano, conocido como 'El Omega', uno de los principales operadores del Cártel de Sinaloa en Mexicali, es propietario de numerosa cantidad de máquinas tragamonedas.
¿Deben prohibirse las máquinas tragamonedas?
En septiembre, la Secretaría de Gobernación, encabezada por Luisa María Alcalde, presentó un proyecto de reforma al reglamento de la Ley Federal de Juegos y Sorteos con el objetivo de prohibir las máquinas tragamonedas.
"Siempre hemos tenido una legislación prohibicionista en esta materia. (...) Esta absurda prohibición de juegos que no estén específicamente permitidos es imposible de aplicar", escribe el periodista Sergio Sarmiento en Reforma.
Así pues, el columnista añade que el juego es una actividad natural del ser humano, que se manifiesta con especial intensidad en la niñez y la juventud; sin embargo, condena que esta ley obligaría a castigar a los niños por jugar.
En ese sentido, critica que el Gobierno tenga 'luz verde' para conducir juegos de apuesta, como la Lotería Nacional y, además, permite la operación de casinos y apuestas en ferias locales o regionales.
"Hay buenas razones prácticas para rechazar el nuevo reglamento (por el que se buscan prohibir las máquinas tragamonedas), pero la decisión debe ser más profunda. Los políticos no deben prohibirnos actividades que no dañen a terceros", consideró el periodista.