El pie diabético representa la tercera causa principal de ingreso hospitalario debido a sus complicaciones, las cuales surgen a raíz del daño microvascular que provoca. En etapas avanzadas, precisa el ISSSTE, esta condición aumenta drásticamente el riesgo de discapacidad, amputación e incluso mortalidad. Por lo tanto, el pie diabético se convierte en una de las comorbilidades más temidas.
No obstante, es importante destacar que se trata de una condición altamente prevenible, según indicó Damayanty Gómez Villanueva, quien funge como coordinadora de Medicina Interna en el Hospital General Tacuba del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE).
¿Por qué ocurre este síndrome de 'pie diabético'?
Este síndrome engloba diversos síntomas, principalmente la presencia de úlceras, ya sean infectadas o no. En situaciones más graves, estas úlceras plantares pueden volverse más profundas y alcanzar el hueso, resultando en necrosis debido a la isquemia, lo que comúnmente se conoce como gangrena. Esta infección puede propagarse rápidamente. Por lo tanto, es vital estar alerta ante cambios en la coloración de la piel, como la aparición de manchas más oscuras, y tomar medidas inmediatas al respecto.
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El paciente que padece diabetes de larga duración se vuelve multipatológico, lo que implica la coexistencia de diversas enfermedades. Según explicó la especialista, hay varios factores que contribuyen al desarrollo del pie diabético. Uno de estos factores negativos es la falta de control constante de los niveles de glucosa (siendo un valor superior a 140) y la presencia de neuropatía, es decir, la pérdida de sensibilidad en los pies. Esta pérdida de sensibilidad impide que el paciente note si tiene una ampolla, si su calzado le causa daño, o si se ha clavado una uña en el pie.
Detona en patologías renales o enfermedades arteriales
Además, la calcificación vascular causada por la enfermedad crónica subyacente y la presencia de patologías renales o enfermedades arteriales por otras causas también pueden influir en la aparición del pie diabético. Sin embargo, enfatizó: “Esta patología es altamente prevenible cuando se aplican hábitos de autocuidado e higiene y un eficiente control de los índices de glucosa.”
La educación de los pacientes en el autocuidado es una de las prioridades del nuevo modelo de salud preventiva del ISSSTE. En este sentido, la especialista en neurología y medicina interna sugirió que los pacientes con diabetes apliquen medidas básicas como secar bien sus pies después de lavarlos, hidratarlos diariamente, cortar las uñas con precaución para evitar heridas o fisuras, revisar los espacios entre los dedos para detectar lesiones, usar un espejo para inspeccionar la planta de los pies (especialmente en personas mayores) y estar atentos a cambios en la coloración o textura. Si se identifica alguna anomalía, es esencial acudir de inmediato a la unidad médica correspondiente.