El expresidente mexicano, Gustavo Díaz Ordaz fue víctima de un atentado tras la matanza de Tlatelolco que hasta ahora estaba oculto. De acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón en 1970 un joven disparó hacia uno de los vehículos de la comitiva con el objetivo de herir al presidente.
Carlos Francisco Castañeda, de 28 años, decidió asistir al Monumento a la Revolución donde el entonces presidente encabezaría el 53 aniversario de la Constitución de 1917, citó De Mauléon sobre un informe de la Policía Federal de Seguridad titulado “Atentado a un vehículo de la comitiva del señor presidente de la República”.
En una maleta, Castañeda llevaba un arma Luger Parabellum con la que se dirigió a la esquina de Insurgentes y Valentín Gómez Farías. Tras el evento, el presidente se dirigiría al Colegio Militar. Ahí lo esperó.
Del atentado al castigo: Carlos Castañeda atacó a Díaz Ordaz
El vehículo avanzó por la calle mientras simpatizantes gritaban en favor del presidente. Castañeda disparó al primer carro, con la posible idea de que ahí viajaba Díaz Ordaz.
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“Dijo que disparó, porque ‘pensó que el Lic. Díaz Ordaz iba junto al secretario de la Defensa Nacional’”, escribió el periodista mexicano.
Aunque más tarde cambió su versión y aseguró que quería "vengarse por la matanza de Tlatelolco", el 2 de octubre de 1968.
Pese a que el atentado tuvo lugar a plena luz del día, ningún periódico escribió sobre él, mucho menos se supo de la tortura que Miguel Nazar Haro, un comandante de la policía federal conocido por su saña en ese entonces, cometió sobre el joven detenido.
Héctor de Mauleón informó que Castañeda pasó 20 años en un hospital psiquiátrico. Para cuando obtuvo su libertad, tuvo que vivir en la indigencia hasta la muerte por intentar atentar contra el Presidente de México.