Patricia Guerra es una nadadora mexicana que en 2004 se convirtió en la tercera mujer en cruzar el Canal de la Mancha, en el océano Atlántico, y rompió un récord mundial al cruzar el Estrecho de Gibraltar, en dos horas con 43 minutos y 4 segundos. La deportista se prepara para darle la vuelta a Manhattan, en Nueva York, Estados Unidos, el próximo 5 de agosto y cerrar un ciclo.
La nadadora mexicana empezó a nadar desde pequeña en una alberca e hizo la transición a aguas abiertas cuando empezó a participar en triatlones.
"Me encantó el misterio por el mar, me llamó y empecé a nadar", contó en entrevista con Joaquín López-Dóriga.
En 2002 conoció a Nora Toledano, su entrenadora y a quien describió como "el gurú de las aguas abiertas en México y en el extranjero".
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Patricia Guerra narró que después de que conoció a Nora Toledano, empezó a construir su camino para cruzar el Canal de la Mancha y en 2004 se convirtió en la tercera mujer en lograrlo.
"Ahí encuentro dónde quería trascender y donde podía poner el nombre de México muy alto. Ahí me quedé, llevo 19 años y pues ahí seguimos y yo creo que se cierra un ciclo y yo creo que se va a cerrar el próximo mes", detalló.
Patricia Guerra comentó que a pesar de que el Canal de la Mancha tiene 33 kilómetros de extensión en su parte más angosta, por lo regular los nadadores terminan recorriendo entre 48 y 52 kilómetros por las corrientes marinas, que allá son circulares. "Eso te exige no perder tu velocidad", destacó. En su caso tardó 13 horas con 24 minutos en recorrer el cuerpo de agua.
El Canal de la Mancha lo cruzó en tres ocasiones: una vez sola, otra en relevos y la tercera como pacer del nadador mexicano Javier Gutiérrez, es decir como acompañante durante periodos no mayores a una hora ni durante horas seguidas o de noche.
Los nadadores comen en el mar y así calculan el tiempo que llevan
Los nadadores hacen todo en el mar, ya que no pueden salirse del agua para satisfacer sus necesidades básicas. Patricia Guerra relató que tienen un programa de comida que consiste en ingerir lo necesario cada cierto tiempo, en su caso era de 45 minutos cuando cruzó el Canal de la Mancha y actualmente es de 30 minutos.
"Te avientan una botella con la que te alimentas, es como las que usan [los ciclistas] en las bicicletras. Ahí va un líquido rico en carbohidratos, electrolitos y proteína. Los vas alternando cada 45 minutos y eso es lo que vas teniendo. Hay nadadores que toman algo sólido, gomitas o galletas que te pueden dar algo más de energía. Yo estoy acostumbrada a tomar liquidos", contó.
Cada botella contiene 300 mililitros y según lo que cada nadador puede llegar a consumir en total pueden ingerir entre 3 y 4 litros de líquido.
"Uno come y descome en el mar y generalmente son puros líquidos, tanto lo que ingieres y descomes", mencionó.
Asimismo, consideró que las horas que pasas en el agua se convierten en aliadas, pero es necesario contar con el entrenamiento mental para que no aparezca el famoso "muro imaginario" a los 32 kilómetros.
"Tienes que llevar entrenamiento mental paralelo donde tienes que tener una actitud para ir dando soluciones todo el tiempo. Soluciones al cansancio, al frío, al dolor msucular; en dónde decides poner tu cabeza, en dónde decides no ponerla porque al final del día te va a dar un resultado que a lo mejor no es el que quieres, como el frío o el dolor muscular que evidentemente ya lo traes", resaltó.
Además, la nadadora mexicana reveló que no te dicen cuánto tiempo llevas, pero lo puedes ir calculando conforme al número de comidas que llevas e incluso funciona como forma de entretenimiento.
"Mi cabeza está en focos de atención interna y externa; interna monitoreando mi cuerpo, ver que parte esta congelada, generar calor tanto mental como fisico, tratar de ver el apoyo que traes porque lo mas común es con el cansancio dejar de perder el apoyo en el agua y ya nada más golpeas y casi no avanzas", agregó.
Los focos de atención externa son estar en contacto con su equipo que trabaja en una embarcación a lo lejos. La comunicación se mantiene a través de un pizarrón en el que marcan el ritmo de brazadas por minuto y así los nadadores se dan cuenta si bajaron la velocidad o van bien, según las corrientes que atraviesan.
Las corrientes fueron sus aliadas al cruzar el Estrecho de Gibraltar
Las corrientes pueden favorecer a los nadadores o "jugarles" en contra, según la nadadora. A ella siempre le habían desfavorecido porque una travesía de 5 horas aumentaba de 10 a 12 horas por ese motivo.
Patricia Guerra recordó que cuando cruzó de Cozumel a la Riviera Maya realizó tres entrenamientos en el lugar y se demoró 4 horas. No obstante, el día que realizó el recorrido de manera formal se tardó 10 horas con 45 minutos.
"Ahí es donde tienes esos focos de atención interna que al final del dia es una motivación. Yo siempre he dicho que hay un día para pasar a la historia de un país, para trascender y es el que estas nadando, siempre llevo la mentalidad de aquí no me sacan por cansancio, vamos a ver donde nos lleva la corriente", sostuvo.
La mexicana dijo que afortunadamente siempre ha llegado a tierra, a pesar de que algunas corrientes no lo permiten y provocan que abandones la travesía. Ella opinó que suele tener una actitud en la que se dice a sí misma: "cada brazada estoy mas cerca de donde quiero llegar".
No todo es mala suerte. El día que cruzó el Estrecho de Gibraltar le favorecieron las corrientes y eso le permitió recorrer 14 kilómetros con 300 metros en 2 horas con 43 minutos y 4 segundos. Ese día su equipo llevaba 7 abastecimientos de alimento y agua, pero únicamente usó 3.
"Es increible Joaquin, la verdad. Un récord mundial es algo difícil de asimilar, lo tuve que aterrizar con Nora Toledano y me dijo: 'oye siempre habías tenido la corriente en contra, hoy tuviste corriente a favor. Hay un cruce perfecto para cada nadador y este fue el tuyo', y eso me ayudó a aterrizar", apuntó.
Darle la vuelta a Manhattan, el siguiente objetivo
El siguiente objetivo de Patricia Guerra es conquistar Manhattan, así que el próximo 5 de agosto hará un recorrido de 48 kilómetros en un tiempo de 8 horas y media a 9 horas porque la deportista tendrá que cruzar el Río Este, el Río Hudson y el Río Harlem que rodean la ciudad de Nueva York.
La nadadora mexicana señaló que la temperatura del agua es de 24 grados y afuera es de 27 grados, así que va a ser un "nado agradable" en cuestión de temperatura.
En esta ocasión Patricia Guerra no podrá ir acompañada de su equipo de trabajo en una embarcación que la monitoree; pues por la cantidad de botes que hay no está permitido. Aunque la van a apoyar desde un kayak, así le darán de comer, y Tamara, su esposa, viajará con ella a lo lejos en una lancha.