Cada vez son más los grupos del crimen organizado, entre ellos cárteles del narcotráfico, que usan drones para perpetrar ataques contra las organizaciones contrarias o hacia la población; así como para realizar tareas de vigilancia; pues son baratos y fáciles de modificar.
A pesar de que estos dispositivos cada vez se utilizan con mayor frecuencia y por más grupos del crimen organizado, aún son armas secundarias por su falta de precisión y el alcance de sus explosivos es reducido, advierte especialista.
En lo que va de este año se han registrado distintos ataques con drones en diferentes estados de la República. Entre los últimos que se han reportado están los que se han perpetrado en Apatzingán, Michoacán.
Ahí el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Cárteles Unidos mantienen una disputa por el control del municipio y los pobladores que intentan sobrevivir esa guerra relataron a Carlos Arrieta, corresponsal de Grupo Fórmula en la entidad, que desde hace 3 semanas lanzan ataques con drones que tienen explosivos.
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Otro ocurrió en el Nuevo Poblado El Caracol, localidad del municipio de Heliodoro Castillo, en Guerrero, en mayo pasado. Un grupo armado, al parecer conformado por integrantes de La Familia Michoacana, atacó a los habitantes y provocó su desplazamiento.
Un tercer ataque con drones se registró en junio pasado en el municipio de Teocaltiche, Jalisco, en abril de este año cuando el Cártel de Sinaloa los usó para combatir a su rival, el CJNG.
El grupo criminal liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", es a quien se le conoce como pionero en usar drones para atacar a sus oponentes. Por lo que es frecuente que en los estados donde mantiene una disputa ocurran agresiones a través de estos dispositivos, aunque en los últimos meses el uso de estos artefactos se ha replicado por otros grupos.
La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) aseguró 23 drones en posesión de grupos del crimen organizado entre diciembre de 2018 y hasta marzo pasado, de acuerdo con información obtenida vía transparencia.
¿Por qué los grupos del crimen organizado usan drones?
El crimen organizado utiliza drones con dos fines: para reconocimiento y para ataques con explosivos, de acuerdo con David Saucedo, especialista en seguridad. Esto se debe a que son de bajo costo, se pueden adquirir de forma comercial y se pueden modificar sin complicaciones.
“Son rápidos de modificar con instrumentos explosivos, ya sea de acción remota o bien con detonadores de tiempo. Rápidamente se les puede equipar con este tipo de instrumentos para hacerlos bombas voladoras esto”, detalló en entrevista.
El uso de estos dispositivos también proporciona una ventaja táctico-militar a los grupos del crimen organizado, ya que permite que los ataques se realicen a distancia y de esa forma los agresores pueden manipular los drones por control remoto sin que sufran ninguna lesión, como sucedería en un enfrentamiento directo. Así que no ponen en riesgo su vida.
“Muchos drones además del sistema de videovigilancia incluso cuentan con vigilancia nocturna que les permite hacer ataques hacia adversarios a larga distancia, en la oscuridad y todo esto monitoreando con las cámaras con las que están equipados los drones”, agregó.
El especialista en seguridad detalló que los drones también facilitan los ataques en territorios de difícil acceso por vía terrestre; así como por la noche porque algunos cuentan con cámaras infrarrojas.
Otro uso que le dan a los drones es para hacer reconocimientos aéreos y ubicar en qué posición se encuentran las fuerzas de seguridad pública, tanto estatales como federales, o las posiciones de sus adversarios, según Saucedo.
“Todas estas ventajas han hecho que los drones sean una herramienta utilizada recientemente en ataques, por ejemplo, en el estado de Michoacán que su orografía dificulta mucho este tipo de embestidas. Es una innovación que han realizado los carteles de la droga mexicanos”, sostuvo.
Michoacán, una de las entidades más afectadas por ataques con drones
Michoacán fue la entidad en la que se realizó la mayor cantidad de aseguramientos por la Sedena, con 16 drones asegurados. La mayoría fueron localizados en el municipio de Tepalcatepec, el cual ha sido uno de los más afectados por ataques con este tipo de dispositivos.
En ese municipio se ubicaron 12 drones entre 2021 y 2022. La Sedena detectó la presencia de drones con explosivos en Tepalcatepec desde 2020, de acuerdo con Insight Crime.
Tepalcatepec es otro de los municipios donde el CJNG mantiene una disputa con los Cárteles Unidos. Tepalcatepec se ubica en la zona serrana de Michoacán, así que para realizar ataques en esta zona es más sencillo recurrir a los drones, como lo señaló David Saucedo.
No son drones de uso militar, son baratos y se usan para generar terror
Los drones que utilizan los grupos del crimen organizado no son iguales a los que se utilizan en los conflictos armados por militares y que pertenecen a la industria armamentística, como los que se han utilizado en la guerra de Rusia contra Ucrania.
“Hasta el momento lo que sabemos es que se trata de drones con modificación artesanal y que han permitido realizar estos ataques, pero no tenemos conocimiento de que los cárteles hayan tenido acceso a los drones artillados o con misiles espero que nunca sea el caso que lleguen estas armas”, explicó.
Aunque los drones que usan los grupos del crimen organizado no tienen un alcance militar, sí generan psicosis y miedo entre la población.
"Son auténticos actos de narco terrorismo, el dron con carga explosiva tiene un alcance militar limitado, no supera a los ataques con fusiles de alto calibre, pero tiene un impacto psicológico importante. Genera la atención de los medios de comunicación de inmediato", apuntó.
Por ese motivo son utilizados con mayor frecuencia, debido a que entre la sociedad civil suelen provocar que abandonen sus hogares y así los grupos criminales pueden ingresar a la zona con mayor facilidad.
Drones importantes para el narco, pero no tendrán un papel protagónico en su guerra interna
A pesar de que cada vez son más los grupos del crimen organizado que utilizan drones, aún son armas secundarias porque no son tan precisos y el impacto de su carga explosiva es limitada.
“Los propios drones al momento de depositar su carga explosiva no necesariamente dan en el blanco, la onda expansiva que generan tampoco es tan fuerte, tan grande, tan poderosa, debido a que por el peso de los explosivos y el tamaño de los drones tampoco pueden cargar explosivos de gran peso”, explicó.
Eso complica que a través de los ataques con drones que tengan explosivos se puedan eliminar grandes objetivos; pues la carga que pueden soportar no es suficiente para provocar daño y su impacto se reduce a un diámetro de 10 metros.
“Sí, sí, genera dispersión. Sí, genera pánico y genera muchas cosas, pero su capacidad explosiva es similar a la de una granada”, añadió. En este sentido, el especialista dijo que los grupos del crimen organizado no acostumbran a utilizar ese tipo de explosivos y principalmente recurren a armas de alto calibre.
“Digamos que los drones ahorita son un arma importante, pero no es la más importante del crimen organizado. Sigue siendo un arma secundaria, lo más importante para el combate urbano, por ejemplo, sigue siendo el fusil Barrett”, aseguró.
Por ese motivo, consideró que es poco probable que el uso de drones llegue a tener un papel “protagónico” en la guerra que hay en el país entre los cárteles. Aunque es posible que en el futuro encuentren la manera de añadir una carga explosiva mayor.