Alejandro Martí, empresario y fundador de las tiendas deportivas Martí, falleció este lunes a los 73 años de edad, quien es recordado por su frase “si no pueden, renuncien” al confrontar a la autoridad tras el plagio y asesinato de su hijo.
Hasta el momento no se han dado a conocer las causas del deceso del también fundador de la organización México SOS.
Martí inició su vida empresarial en los Juegos Olímpicos de México 1968, cuando comenzó a vender artículos en la Villa Olímpica, lo que le llevaría a abrir las primeras sucursales de su tienda deportiva a finales de la década de los 60 en la Ciudad de México.
Posteriormente a inicios de la década de los 90, el empresario diversificó su negocio y abrió un club deportivo llamado Sport City Eureka; mientras que en el 2007, realizó una alianza empresarial con Emoción Deportiva, el cual es uno de los mayores organizadores de carreras en México.
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Alejandro Martí, el hombre que confrontó al gobierno
El empresario comenzó a tomar relevancia en el ámbito nacional después de que su hijo Fernando Martí fuera secuestrado y asesinado por un grupo de plagiarios.
Fue en junio de 2008 cuando Fernando, de 14 años de edad, fue secuestrado cuando se dirigía a la secundaria. Y aunque, la familia pagó más de 5 millones de pesos a los plagiarios como parte del rescate, desafortunadamente el joven fue hallado muerto 53 días después al interior de la cajuela de un auto abandonado en Coyoacán.
En 2010, fue detenido un sujeto identificado como ‘El Frank‘, uno de los involucrados en el caso, quien de acuerdo con investigaciones se encargó de ubicar el domicilio de Fernando Martí, vigilar su rutina diaria e informar la ruta seguida por su chofer hacia su escuela.
Posteriormente se concretaron otras detenciones de integrantes de una banda delictiva conocida como 'La Flor', quienes estuvieron detrás del secuestro del hijo del empresario; sin embargo, fue hasta noviembre del 2021 cuando el responsable del homicidio obtuvo una sentencia condenatoria de 542 años de prisión.
Mientras que en agosto de 2008, el entonces presidente Felipe Calderón encabezó una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública en el Salón Tesorería de Palacio Nacional, donde estuvo presente Alejandro Martí, quien exigió justicia por su hijo y otros casos de secuestro.
En dicha reunión el empresario lanzó un fuerte mensaje y una de sus frases más emblemáticas "si no pueden, renuncien", cuyas palabras dirigió al entonces mandatario y al secretario de Seguridad, Genaro García Luna, así como a gobernadores y los principales encargados de la seguridad en el país.
“Señores, si piensan que la vara es muy alta e imposible hacerlo, si no pueden renuncien, pero no sigamos usando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, porque eso también es corrupción”, expresó.
Su mensaje abrió un intenso debate público sobre la delincuencia y el papel de las autoridades, pues fue una época donde los asesinatos a lo largo y ancho del país iban a la alza, lo cual fue derivado de la llamada ‘guerra contra el narcotráfico’.
El asesinato de su hijo fue lo que motivó a Alejandro Martí a seguir contribuyendo en temas de seguridad, por lo que incluso fundó la organización México SOS, a través de la cual buscó mejoras para la sociedad mediante la modernización y profesionalización del sistema judicial.