Las autoridades escolares de Michoacán tuvieron que adelantar el fin de cursos en Apatzingán por el contexto de violencia al que se enfrentan sus habitantes. Por lo menos 12 localidades del municipio han sido afectadas por los enfrentamientos del crimen organizado, de acuerdo con el reporte de Carlos Arrieta, corresponsal de Grupo Fórmula en esa entidad.
"Por lo menos 12 localidades que se han encontrado o que están en encalladas en esta guerra entre grupos antagónicos delictivos. Una de ellas es Loma de Hoyos que ha quedado en medio de esta guerra y, bueno, donde desde hace dos semanas aproximadamente los ataques en esa comunidad no cesan y son perpetrados con drones cargados con explosivos", relató en "Atando Cabos" con Denise Maerker.
Además, las escuelas no son las únicas afectadas por la violencia, sino que sus habitantes empiezan a tener problemas de abasto de alimentos y productos de primera necesidad por los bloqueos que los criminales han realizado; pues ellos son quienes controlan los accesos al municipio de Michoacán.
Carlos Arrietta señaló que Fernando Cruz Mendoza, líder criminal en el municipio de Lázaro Cárdenas, es señalado por las autoridades de seguridad como el responsable de la violencia que impera en varios municipios de la zona de Tierra Caliente, como Apatzingán.
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Pobladores de Apatzingán intentan vivir entre explosiones y "lluvias" de balas
Los habitantes de Apatzingán se refugian desde la madrugada y durante la noche abajo de sus camas, adentro de clósets, en los baños de su casa o buscan las zonas más seguras de sus hogares para protegerse de los explosivos, así como de las "lluvias" de detonaciones que dejan los enfrentamientos entre grupos criminales, de acuerdo con el periodista.
Otro de los residentes del municipio relató que tuvo que abandonar su hogar, luego de que una de sus familiares fue alcanzaa por un explosivo que le cercenó una parte de su cuerpo. Por lo que toda su familia aprovechó la llegada de la ambulancia para huir a bordo del vehículo y actualmente buscan refugio en Estados Unidos.
Son pocos los pobladores que han abandonado sus casas por miedo y los que se quedaron han tratado de continuar con sus actividades diarias en medio de la ola de violencia que hay en Apatzingán.
"Han intentado seguir con sus actividades diarias en medio de los estallidos y las lluvias de estos proyectiles de los fusiles de asalto", narró Carlos Arrieta.
Asimismo, señaló que la "zona de guerra" se ubica a no más de cinco minutos de la base de la Guardia Nacional en Apatzingán y a 13 kilómetros de la cabecera municipal. A pesar de eso, la única vigilancia que hay en las calles de los poblados del municipio es la que realizan los "halcones", son quienes se encargan de informar a los grupos criminales quién entra y sale. También controlan el flujo de vehículos y supervisan los accesos.
Los habitantes de Apatzingán temen hablar por miedo a que haya represalias por parte de las organizaciones criminales que se disputan la zona y de los policías municipales, debido a que acusan que son parte de la delincuencia.