Colima se ha convertido en una de las ciudades más violentas del mundo y del país. Ello, debido al incremento de los niveles de inseguridad.
La ciudad fue la más violenta del mundo con una tasa de 181.94 homicidios por cada 100 mil habitantes, de acuerdo con el "Ranking 2022 de las 50 ciudades más violentas del mundo".
Además, este año se posicionó en el sexto lugar de las ciudades con mayor percepción de inseguridad, con 85.7 por ciento, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana 2023. Entre 2022 y 2023, la percepción de inseguridad incrementó 10 puntos porcentuales, ya que el año pasado fue de 75.6 por ciento.
La violencia en la ciudad no ha cesado y muestra de ello es que el pasado 12 de julio sujetos armados atacaron un vehículo de la Fiscalía General de Colima con explosivos, igual que en Tlajomulco de Zúñiga, en Jalisco, Esto provocó la muerte de tres policías estatales, entre los que se encontraba una mujer.
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Los responsables del ataque se dieron a la fuga después del ataque, aunque la Secretaría de Seguridad Pública de la entidad ya investiga.
Ante la violencia que predomina en Colima, el Tribunal Colegiado del 32 Circuito suspendió las actividades laborales en el recinto judicial y solicitó que los jueces sustituyeran el trabajo presencial por home office. Ello, debido a que desde el domingo pasado se registraron varios hechos violentos en las inmediaciones del inmueble en el que se encuentran las oficinas.
¿Qué pasó en Colima y por qué suspendieron las labores del Tribunal Colegiado?
El pasado 9 de julio, dos hombres que salieron del Centro de Justicia Penal, ubicado a un lado del Tribunal Colegiado, fueron asesinados después de que fueron liberados por un juez de control.
Los hombres fueron detenidos por elementos de seguridad el 7 de julio y les encontraron 50 dosis de drogas sintéticas, igual que cartuchos y chalecos tácticos. También fueron asociados al Cártel de Noreste. Sin embargo, los dejaron en libertad y a su salida del penal fueron asesinados.
Aunado a ello, el abogado de uno de los hombres que fueron detenidos el 7 de julio, identificado como Javier "N", fue asesinado junto con su hijo. A estos acontecimientos se suma el homicidio de un elemento de seguridad que resguardaba el inmueble en el que fue asesinado el juez Uriel Villegas Ortiz en 2020.
El pasado 11 de julio, el Tribunal detectó la presencia de una persona que consideró como "sospechosa" en los alrededores del edificio judicial y cuando notó que el personal de seguridad se percató de su presencia, huyó.
Por estos acontecimientos, la dependencia judicial decidió mandar a los jueces a trabajar desde sus casas y hasta ahora no se ha determinado una fecha para que vuelvan.