Aun cuando el INE no tendrá cambios estructurales, al cancelarse el llamado Plan B, enfrenta retos importantes para el proceso electoral 2023-2024, entre los que sobresalen incrementar la participación ciudadana y la optimización en el uso y aplicación de recursos.
Durante la reunión del Sistema Nacional Electoral (SNE), la consejera presidenta Guadalupe Taddei enfatizó que el próximo proceso electoral es una “prueba de fuego” para quienes integran este sistema.
Los desafíos del INE para las elecciones de 2024
En el encuentro, también se mostró una serie de desafíos por resolver: nuevos mecanismos para la unificación de procesos y servicios del Sistema Nacional Electoral, y un nuevo ciclo de desarrollo organizacional.
En ese sentido, el INE se propone enfrentar los retos por venir, a través de un nuevo modelo operativo institucional, el rediseño organizacional y la reingeniería del gasto público.
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Asimismo, el árbitro electoral reconoce que históricamente la participación ciudadana en las urnas no ha sobrepasado el 65 por ciento de la Lista Nominal de Electores y superar ese límite, sería uno de sus objetivos primordiales.
Por su parte, la consejera Carla Humphrey sostuvo que el cumplimiento de la autonomía y la imparcialidad es otro de los retos que tienen para 2024.