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Marcha LGBT+ no es sólo fiesta: reivindican la lucha contra la violencia a la diversidad en México

Recuerdan que amor es amor y no se tiene que 'curar' a nadie por eso.

Contingentes llegan a pie para exigir respeto a sus derechosCréditos: Radio Fórmula
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Desde antes de las 10 de la mañana, las calles aledañas al Ángel de la Independencia, en el Centro de la Ciudad de México, se inundan de banderas para la Marcha del Orgullo LGBT+.


Personas de la comunidad LGCBTQ+ se congregan para dar el banderazo de una manifestación que exige el respeto a su libertad y los derechos que históricamente les han sido violentado.


A pleno sol, los contingentes llenan las escalinatas de la victoria alada junto a decenas de comerciantes.


Janet Calderón porta una réplica del traje con el que Juan Gabriel cantó en Bellas Artes.


“Soy una persona orgullosamente parte de la comunidad. Hay personas homofóbicas que a veces no nos acepta por quienes somos. Yo creo que somos seres humanos que necesitamos respeto y que nos respeten”, dice ante la cámara.

 


A su alrededor, los gritos que ofrecen agua, sombrillas, abanicos y sombreros no dejan de escucharse. La Ciudad de México está a 24 grados en plena ola de calor. 


Alegría, orgullo y fiesta son algunas de las palabras con las que los manifestantes describen su experiencia como parte de la población LGBT+, pero esa es solo una cara de la moneda.


Marieta Hernández, una mujer trans que perteneció a las pioneras en marchar, recalca la discriminación de la que son objetos las personas trans. “México tiene una deuda histórica con las mujeres trans” y sí datos del INEGI revelan una violencia intensa contra esta parte de la población LGBT+. 


Sara Lugo, representante de Adultas Mayores Trans recuerda que en los tiempos de Arturo “El Negro” Durazo, las personas trans eran golpeadas, correteadas y agredidas.


Cuando recién comenzaban las marchas “no había tantos colores, eran pancartas nos echaban agua, nos rompían las pancartas, nos echaban cal, muchísimas cosas”, detalla.


Alrededor de las 12 del día, la marcha avanza y frena constantemente. “¿Dónde están?¿Dónde están? ¿Nuestros hermanes dónde están?”, irrumpió el contingente “No más desapariciones de personas LGBT+”.

En el viene María Guadalupe Vázquez que lleva un año buscando a su hija Margarita Cueva Suárez que desapareció el 5 de junio de 2022. “Venir a marchar me da una esperanza que se visibilice que mi hija era lesbiana y desapareció “, comenta.


Por las calles, personas gay, lebianas, bisexuales, pansexuales y trans alzan  pancartas con consignas que reclaman que amor es amor, que no hay nada que curar en las personas LGBT+ con los Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y el Género (ECOSIG), un alto a la violencia contra la comunidad trans y sobre todo una vida libre de violencia por ser quienes son.