Los árboles envueltos en fuego se extienden por miles de hectáreas. México atraviesa intensas olas de calor y el cambio climático ha hecho más difícil apagar las llamas de incendios forestales que han arrasado cada vez más superficies en menos eventos entre 2020 y 2022.
Tan solo del 9 al 15 de junio, la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha informado la presencia de 269 incendios forestales, que sumaron 78 mil 856 a las 531 mil hectáreas afectadas por estos eventos en lo que va del 2023. Un 69 por ciento de la superficie perdida en todo el año anterior.
Para dar un panorama más claro, las zonas afectadas igualan casi por completo el territorio total de Colima y superan el tamaño del estado de Tlaxcala, es decir, México vio dañada la superficie de un estado completo a causa del fuego.
“Estos incendios ocurren cuando durante o al final de periodos largos de sequía. Las raíces a veces están secas y hay mucho más aire caliente en el suelo, lo que hace que el fuego pueda transmitirse por debajo de la tierra”, dijo Santiago Herce, biólogo e integrante de Scientist Rebelión
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Escenarios como estos han sido registrados también en países como España y Canadá donde “con menos incendios se queman más hectáreas”. En la propagación del fuego influye “La Gran Tríada”, que incluye al tiempo atmosférico, la topografía y los combustibles vegetales como parte fundamental de la forma y velocidad con la que se propaga el fuego.
El cambio climático ha excedido las partes por millón de dióxido de carbono que debería haber en la atmósfera, y las olas de calor, que por lo general se presentan en las temporadas cálidas, se incrementan por el llamado “efecto invernadero".
Sin embargo, al crearse domos por el exceso de dióxido de carbono se genera un efecto espejo que calienta la tierra y pese a que esta tiene sus propios mecanismos para controlar estas temperaturas, lo cierto es que también está excedida.
“La tierra tiene sus propias estrategias para captar ese calor, por ejemplo, las plantas absorben mucho de estos gases que calientan la atmósfera y los océanos también, pues son cosas que también están entrando en crisis”, explicó María Pino, bióloga de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En éste sentido, el estrés hídrico del suelo y las sequías por el efecto invernadero son precisamente parte de las consecuencias del cambio climático y a su vez de la destrucción cada vez más amplia de los incendios forestales en el país.
El mundo se calienta: México y sus incendios forestales
Los incendios forestales han sido relacionados en varios estudios con la frecuencia creciente de las olas de calor en el mundo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) marcó una clara relación al señalar que “el hemisferio norte se está calentando más rápido que el resto del planeta. Ese calor seca los bosques e incrementa el riesgo de incendio”.
Sin embargo, esto no significa que por sí mismo el calentamiento global provoque incendios forestales en México. Por los menos el 70 por ciento del fuego en el país fue causado por actividades humanas como el vandalismo, la quema para la preparación de siembra y las fogatas de paseantes, por mencionar algunas de las más comunes registradas por la Conafor.
“El calor alto generalmente va a ser conducible a que los incendios se se esparzan más rápidamente y por lo mismo sea más difícil controlarlos”, señaló el especialista. Y sí. Entre 2020 y 2022 los incendios incrementaron casi 20 por ciento en aquellos que tardaron de dos a tres días en controlarse, al igual que los que tardan entre cuatro y más de 7 días, aunque en menor medida.
Los estados con más incendios forestales en México
De acuerdo con los datos de la Conafor, los incendios forestales en el país se concentraron en las regiones centro-occidentales del país, siendo el Estado de México, Jalisco, Michoacán, Ciudad de México y Chihuahua donde se concentró el 59 por ciento de los incendios en los últimos tres años.
Las consecuencias van más allá de lo ecológico, pues si bien emiten gases contaminantes. De acuerdo con la OMM “los efectos de la exposición al humo y su inhalación varían desde la irritación ocular y respiratoria hasta trastornos más graves, tales como el deterioro de la función pulmonar, la bronquitis, el exacerbamiento del asma y la muerte prematura”.
Eso, aunado a la pérdida de biodiversidad y el suelo o el desplazamiento de comunidades por el fuego. Durante los últimos tres años, en México se han perdido cientos de miles de hectáreas de bosques y a seis meses de terminar el 2023 se han registrado 5 mil 115 incendios forestales en el país, sólo 1 mil 600 por debajo de lo registrado en 12 meses el año pasado.