La violencia contra la comunidad LGBT+ no se ha detenido en México pese a las exigencias de respeto y justicia por parte de las personas trans, homosexuales, no binaries y bisexuales que suman más de 5 millones de personas en el país.
Este 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, Transfobia y la Bifobia con el que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) protege y promueve el respeto a los derechos de la comunidad ante cualquier tipo de violencia.
El problema es que en México el rechazo social de este sector es constante. De hecho la Encuesta Nacional de Diversidad Sexual y de Género (ENDISEG) 2021 señala que el 32.3 por ciento de la comunidad LGBT ha experimentado algún tipo de discriminación en forma de homofobia, transfobia, bifobia u otros tipos de violencia por su identidad y orientación sexual.
¿Cuál es la diferencia entre transfobia y bifobia?
Aunque uno de los conceptos más conocidos de la violencia contra la comunidad LGBT+ es la homofobia, existen otras violencias que han sido nombradas como la transfobia, la bifobia y en general la LGBTfobia.
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Cualquiera de estos conceptos son calificados por Amnistía Internacional como “rechazo, discriminación o incluso el odio hacia las personas por su orientación sexual o su identidad de género”, pero encausado a un sector en específico.
La bifobia, por ejemplo, son los actos u agresiones de cualquier tipo hacia aquellas personas bisexuales, es decir, que se sienten atraídas por personas de ambos sexos. Mientras que la transfobia engloba estas mismas actitudes, pero dirigidas a las personas transgénero que no se identifican con el sexo que les asignado al nacer.
Cualquier tipo de violencia en torno a la comunidad LGBT+ tiene su origen en la propagación de los discursos de odio y la desinformación, señala la organización, pues esto a su vez promueven actos vulneran el derecho a la identidad y a la vida libre de violencia que tenemos todas las personas.
De acuerdo con el Detector de LGBTfobia del Ayuntamiento de Barcelona la homofobia, transfobia y bifobia puede verse reflejada desde “expresiones vejatorias, por cualquier medio, que inciten a ejercer la violencia” por la orientación o identidad sexual de una persona, hasta agresiones físicas contra la comunidad LGBT+.